~☆Capítulo Nueve☆~

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☆Están Muertos☆

Rhea se encontraba en el pueblo que Harrow había puesto como base improvisada, se mezclo entre la gente por tres semanas en las que no se arriesgo a llamar a su sobrino. Tres semanas de estudiar cada movimiento del hombre, que hacía y que no, cuando salía de la pequeña casa a predicar la palabra de la diosa Ammit.

La joven se asusto cuando vio a la primera persona morir, vio como poco a poco su alma era absorbida por el bastón que Harrow siempre llevaba consigo, dando se cuenta de dos cosas: Los dioses Egipcios existen y caminan entre los humanos, nada raro en un mundo donde su sobrino es amigo de un ser con apariencia de niña y es mas vieja que el Capitán América junto a la reina de Inglaterra; y número dos, ese bastón era su centro de poder. Si lo destruía podía evitar que siguera juzgando las almas de personas que aún no cometían ningún pecado.

Estudio por semanas como era el hombre, cuando iban hacer el intercambio por el maldito escarabajo y como se comportaba con su gente.

Tantas semanas de estudio para que dos idiotas arruinaran todo en dos segundos.

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-Yo los mato- Susurro la joven.

El día del intercambio llegó, estaba lista para cuando el escarabajo este a la vista robarlo y destruirlo para no tener más problemas. Se debió dar cuenta antes, todo estaba saliendo muy perfecto, ningún paso del plan estaba fallando, todo estaba en orden y cuando era el momento decisivo, unos disparos le dieron a entender que no era la única en busca de esa cosa.

¡Que sorpresa! Los dos idiotas que dejo en Londres para que se cuiden entre ellos estaban ahí, armados y listos para una pelea. Rhea veía todo desde el techo de la habitación en la que el intercambio sería hecho, vio en primera fila como "Steven" peleaba cuerpo a cuerpo y como su sobrino disparaba, para variar, en las piernas de sus adversarios. Grande fue su sorpresa al ver como el hombre que le tenía la cabeza dada vuelta hacia puré a sus enemigos con sus propias manos ¿Quien diría que el dulce Steven era capaz de pelar así? La joven sonrió levemente al ver como sus dos personas favoritas peleaban con una coordinación perfecta.

-Eso debió doler- La joven vio como "Steven"era arrojado por la ventana de esa torre. La caída no debió se suave -¿Te ayudo Bestia?- Pregunto a su sobrino desde una viga del techo.

El niño levantó la cabeza enojado -¡Bestia y una mierda! ¡¿Qué es eso de desaparecer por semanas y no avisar?!- Rhea bufo mientras saltaba sobre uno de los hombres que intentaban lastimar a su niño.

-Eres peor que un novio tóxico- La joven derribó al tipo con un buen golpe en la cabeza, desmayo a dos más y vio al niño- Luego de esto, ambos me deben una buena explicación Ricardo- Ahora el niño deseo que Marc estuviera cerca y lo mande lejos de su tía.

¡Mierda! ¡Su tía no sabía nada de Marc y Steven!

-Creo que deberíamos ir a buscarlo- Su tía noqueo al último y le hizo subir a su espalda.

Cuando Tayden era un simple bebé y no podía defenderse, su tía siempre tenía la opción de ser una persona normal y dejarlo al cuidado de un amigo o niñera, pero ella no era normal. Cuando el niño era un bebé la joven le ponía unos tapones en los oídos, lo colgaba en su espalda e iba a trabajar. Más de una vez su tía estuvo apunto de morir por sus llantos, risas o solo porque se movia en el momento menos preciso. Pero con el tiempo el pequeño Tay fue entendiendo, que cuando su tía le ponía esos tapones, debía callarse y no moverse. La costumbre de ponerle los tapones se fue cuando el se lo pidió, pero el que lo cargue en su espalda, pues,  era más fácil así el correr de esa forma.

༄𓂀𝚃𝚑𝚎 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 𝚆𝚎 𝙼𝚎𝚝𓂀༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora