Kim SeokJin es un joven de veintidós años que sufre esquizofrenia, pero no de las conocidas, más solo ocurre en la noche y puede convertirse en un completo loco si no obtiene lo deseado para calmarlo.
En el camino para descubrir su enfermedad y lo...
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¡¡¡⚠⚠⚠!!!
-Se recomienda discreción-
Las manos del moreno golpeaban con fuerza las mejillas del castaño, quién gemía sentado con sus piernas abiertas sobre la barra, observaba a NamJoon con sus ojos semi abiertos, quién no dejaba de masturbar sus miembros a la vez, notaba la euforia que tenía su cuerpo y la adrenalina que aquello le causaba.
—Estás enfermo —musitó mirando a sus ojos.
—Mi psiquiatra lo está más —respondió en un suspiro.
—Allá está la víctima desangrándose y tu aquí haciendo groserías sin tener intenciones de ayudarlo —agregó efusivo ante sus rápidas estocadas que daba con sus manos.
—Me importa una mierda, era tu amigo no el mío —respondió molesto.
Fue entonces que su cabeza se hizo hacia atrás al sentir su orgasmo recorrer el interior de su miembro.
—Ahhh~
La mirada del mayor provocó que sus manos se levantaran agarrando el rostro del moreno y lo besara con intensidad, metiendo su lengua sin ningún permiso, generando más saliva por afuera de sus bocas, respiraba agitado y en un segundo abrió sus ojos observando al moreno con los suyos cerrados.
—¿Lo estás disfrutando Jin?~ —preguntó la voz que tanto le molestaba.
—Si~ me gusta mucho~ —respondió abrazando con sus piernas las caderas del más alto.
—¿Con quién hablas loco? —preguntó burlesco al sentir las uñas del joven penetrar su piel.
—Mis amigos~ —susurró mordiendo su oreja sin dejar de marcar su espalda.
—¡Agh! —se quejó sintiendo el dolor que le causaba.
NamJoon tomó con fuera a Jin y lo alejó de la barra para apoyarlo con fuerza sobre la mesa tirando las copas y botellas que habían sobre esta, haciendo que el vidrio causara un gran ruido contra el piso.
—¡Maldición! ¡penétrame! ~~ —gritó apretando sus cabellos con fuerza.
—Aún tenemos toda la noche para divertirnos~ —sonrió llevando sus manos a su cuello —Mejor aún... toda la vida~
Las palabras del moreno fueron escuchadas con claridad y a su memoria regresaba el recuerdo más doloroso, aquel en el que había visto cuando su amigo de la infancia mataba a su madre y golpeaba a su hermana, era un dolor que jamás se borraría, pero que ahora reconocía con claridad, los motivos no eran suficientes para perdonarlo, pero algo en él impedía que terminara con la vida del psiquiatra.
—¿T-toda... la vida? —preguntó casi sin respirar.
No hubo respuesta y antes de poder hacer algún movimiento sintió como el moreno se introducía en su interior y empezaba a mover su cuerpo arriba suyo, era excesivamente placentero, no podía negarse. Así lo quería, le gustaba y aunque odiase a ese NamJoon del pasado reconocía que en su niñez había sentido más que amistad por él, un gusto retorcido que no pudo entender.