†Capitulo 23†

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«¿Cómo es qué no supe lo que eras?»

Aspen

Estaba en la cama con Allyson, nuestros cuerpos estaban desnudos, sintiendo el calor que emanaban aquellos, Allyson seguía siendo la misma la chica.

Su cuerpo era igual, solo que había sacado más curvas, si antes si cuerpo era extraordinario, ahora era una Diosa, pero aún así para mí Allyson siempre fue perfecta de pies a cabeza, cada una de sus imperfecciones era la que yo más amaba de ella.

Solo que ahora tiene poderes, sus ojos se colocan rojos cada vez que esta furiosa y utiliza sus poderes, y es mucho más fuerte que yo, cosa que me da un poco de miedo, ya que ella es muy mandona, ya me a amenazado dos veces, una total manipuladora.

Solté un bufido por lo cual hice que Allyson se despertara.

—¿Ya descansaste lo suficiente Piccola?— dije mientras le daba un beso en la frente.

—Sí, tenía tiempo sin poder dormir bien— soltó esbozando una pequeña sonrisa.

Allyson se movió, y se levantó de la cama, dándome a ver todo su cuerpo.

—¿Cómo es qué no me puedo cansar de tí?, Ya está es la tercera ronda y aún tengo ganas de ti— dije jocoso.

—Ja, Ja, se que tú miembro ya no da para más— bufo.

—¡Auch!, ¿No quieres probar?, ¿A ver si es cierto?— dije levantándome de la cama.

Rápidamente la tomé y la tire a la cama cayendo arriba de ella, comencé a besar su cuello y succionar de aquel.

—Aspen, ¿Podemos dejar esto para después?, Necesito preguntarte algunas cosas.

Me levanté de arriba de ella y me acomode a su lado.

—¿Qué quieres saber?— inquirí.

—¿Cómo es qué nunca me di cuenta?, ya te lo pregunté pero necesito saberlo, más específicamente— me miró a los ojos esperando alguna respuesta de mi.

Suspire y gire mi cabeza en dirección al techo.

—Ya te dije que controlaba la sed de beber sangre tomando sangre animal.

—¿Qué tipo de animal?

—Ciervos y conejos, me gusta más su sabor que la de los otros animales.

—¿Has tomado sangre humana?

—Obviamente, sí, desde que tengo los 5 años de edad empezé a beberla, pero la dejé a los 18 años.

—¿Me dices la verdad?

Dude un momento y luego recordé que ella puede detectar mentiras.

—¡Esta bien! Solo una que otra vez, pero no eran personas para nada inocentes, ¿Sabes aquella vez que casi te violaban?, Me encontré con ellos nuevamente por la calle, eran las doce de la noche por lo que se me hizo fácil matarlos y eliminarlos, por eso más nunca supiste nada de ellos.

Allyson quedó atónita ante lo que dije, creo que aún no se acostumbraba del todo a esto.

—Con el sol, ya te dije que solo son mitos que dicen, lo del ojo y todo eso no existe, me encanta el ajo.

Los GiordanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora