Öntől tanulva

Capítulo 2: " Új Kaland"

Mary

Se supone que debemos encontrar nuevas tierras para el rey, pero ya tiene muchas tierras, quiero hacer algo diferente, quiero mi libertad de todo esto y disfrutar, además sé que es para que la crisis mejore robando a los demás, sé lo que hizo Inglaterra con "el nuevo mundo", no quiero ver a nadie morir, así que mi plan es, si encontramos una tierra nueva, haremos un campamento cerca de la playa y yo iré sola a explorar, si encontramos otras personas con sus culturas, al demonio con el rey, viviré con ellos, solo espero caerles bien, y con la tripulación, ellos hacen lo que yo les digo, tendrán que hacer lo mismo o morirán.

Joseph: Capitana Mary, ¿no cree que debemos volver a nuestro hogar y terminar con esto?- no volveré con el asqueroso del rey, debemos desaparecer.

Mary: Una última búsqueda, estoy segura que encontraremos algo, además recuerda como debemos hacer, sin lastimarlos a ellos- mi tripulación piensa algo diferente a mi, ellos les dicen animales a la gente de otra cultura simplemente porque son diferentes.

Joseph: Sé que no debemos lastimar a esos animales, pero por favor, no cree que es lo mejor para nosotros.

Mary: Y te recuerdo que la última vez que lo intentamos, tocó abandonar el territorio porque esos "animales" eran los únicos que sabían manejar la tierra, dejamos esa tierra muerta al igual que a ellos, ¡sin posibilidad de que brotara una planta!- le terminé gritando- déjamelo a mi, retírate- se retiró y miré hacia el mar, sé que en algún lugar, está mi verdadero destino, ¿tendré mi propia aventura?, ¿ encontraré el amor?, odio a las mujeres del lugar en donde vengo, más prostitutas para donde, así que me quedó claro que mi destino no está en mi tierra, está en otro lado, y sé que esa tierra me está llamando...

Joseph Desaulniers

Me merecía ese regaño, lo que pasó en esa tierra, fue mi culpa, pero se me hace tan raro como son esos animales, digo "personas", tan diferentes... lo único que me interesa son las flores y las plantas tan misteriosas, es lo único que me importa, la belleza del mundo vegetal, cuando extinguí todo eso, la culpa me llenó el ser, aún tengo dibujos sobre esas flores, cuando aún existían, ¿será que mi destino es otra cosa?, según el rey, Dios nos está guiando a esto, pero... siento que este no es mi lugar, quiero a alguien a quien amar, que no sea mujer y que no sea común, quiero a alguien que me entienda, que me escuche y que me fascine, que sepa sorprenderme con su ser, ¿esa persona existe?, no lo sé, solo sé que en la tierra de donde vengo, eso no existe.

Seguí mirando mis libros y dibujos de las diferentes cosas que anoté, antes me moría de curiosidad por todo eso, pero ahora lo veo igual, todo lo veo igual, me aburre y me desespera no encontrar algo nuevo, que me haga abrir los ojos como la primera vez que pisé tierra nueva, hace años que no tengo ese sentimiento, tengo 32 años y en plena juventud, no he encontrado lo que busco. Tiré el libro al piso y me acosté boca arriba en mi cama, ojalá algún día, esa persona venga a mi...

Martha Behamfil

Tengo mareo, honestamente asistía a estos viajes para conocer y explorar, pero traemos muertes y destrucciones a donde vamos, y la culpa la tiene Joseph, la última vez me dijo que un animal le había hecho daño y cuando me di cuenta, desaté una guerra, maté a toda una población, ¿cómo pude hacerlo?, ya no quiero hacer esto más, solo quiero una vida tranquila, en donde ya no tenga que usar más esta pistola, que ha dejado sangre a su paso y saca mis lágrimas del fondo de mi alma, ¿no hay otra forma de hacer las cosas sin usar este objeto inservible?, quiero conocer otras armas, que no sean tan malvadas como esta, algo simple y fácil de usar, la mayoría del tiempo, olvido como usarla...

Anoté en mi diario las cosas que pasaron hoy, aunque me puse a mirar el registro que levaba y... solo muerte y muerte, de verdad no hay nada más, me enojé conmigo misma en ese momento, y como quería dejar de sentir estas cosas... se me ocurrió una idea.

En la noche...

Esperé a que se oscureciera, agarré un plato en la cocina, logré encender el fuego en una ramita que le robé a Joseph y quemé ese diario, de ver las llamas consumir ese registro tan cruel, sonreí, me sentí bien la verdad, suspiré y seguí mirando hasta que ese libro se convirtió en cenizas, cuando arrojé las cenizas al agua, tuve otra idea, miré el arma por última vez y la lancé fuerte al agua, al ver como se hundía logré respirar, y arrojé sus balar para que se vaya todo eso, no quiero recordar más, sonreí de la forma más feliz y miré las estrellas.

Naib Subedar

Fan: Idiota de Martha, ¿cómo se le ocurre deshacerse de las cosas tan importantes?

Naib: Solo déjala, sabes que en cualquier momento lo haría- dejamos de mirar por la puerta y entramos al cuarto de navegación- nos falta una tierra, no podemos colonizarla porque la capitana no lo permite, y por más que quiera, no romperé las reglas, además, ya hemos perdido a muchos hombres- literalmente solo quedamos Joseph, Martha, la capitana Mary, Fan y yo, el resto.... yace en las tierras en donde no crecen las plantas.

Fan: Lo sé, nos conviene o nos matarán- seguimos mirando el mapa- le avisaré a la capitana para que tomemos curso hacia esa isla, no es muy grande, pero creo que podremos parar ahí, aunque sea para poner el campamento y descansar de todo esto- y por lo que veo, te volviste igual de sensible que ellos, pero...

Naib: Esta bien, al menos haremos algo diferente a estar en un barco por días sin hacer nada- un descanso no nos caería mal.

Hasta el próximo capítulo....