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Se ha dicho aquí, erróneamente, que todo en la ciudad gira en torno a los caballos y eso no es del todo cierto. Existe un selecto grupo de mulas cobrizas que hablan, escriben y exaltan la nobleza del mas rudimentario de sus ancestros, «Los burros». Pasan todo el día hablando de la grandeza de estos animales y su superioridad ante los caballos. Que si pueden soportar cargas mas pesadas o recorrer relieves mas escabrosos. Y hay de aquel que llegue a contradecirlos.
Pero la verdad es que nada de eso importa. Porque al final del día los únicos burros que habitan la región están relegados a las afueras de la ciudad, ya no soñando con vivir como caballos si no al menos como mulas.
