Hace muchos años existió una pequeña comunidad de gallinas que vivía en constante peligro. Estaba sometida por los depredadores y las inclemencias del tiempo. Especialmente por los zorros que habitaban la zona. Debido a esto, cierto día un gallo sabio propuso una serie de normas para salvaguardar el bienestar de la comunidad. Determino las acciones que cada uno de los miembros debía llevar a cabo para alcanzar este fin.
Los gallos, quienes eran más fuertes y cuyo canto podía alertar del peligro inminente, tenían la obligación de buscar una gallina como pareja y protegerla. Así como a las crías resultantes de esta unión. Las gallinas por su parte tendrían que retribuirle con el mayor número de huevos que les fuese posible. Esto con la finalidad de que la comunidad continuara creciendo y se engendraran nuevas generaciones de polluelos que repitiesen el ciclo.
Aquellas normas fueron acatadas al pie de la letra por la mayor parte del grupo. Quienes se opusieron a esta resolución fueron repudiados por el resto. Los gallos carentes de pareja fueron expulsados de la comunidad. Lo mismo sucedió con las gallinas que se negaban o eran incapaces de poner huevos. Aunque el precio era alto, el sistema rindió frutos y la sociedad prospero.
Pasaron muchos años y muchas generaciones de gallos y gallinas sin que hubiese algún cambio en esta rígida estructura social. Con el tiempo las razones por las cuales estas acciones se llevaban a cabo fueron olvidadas. E inclusive el nombre de aquel gallo sabio fue borrado de los libros de historia. Sin embargo esta ancestral forma de actuar seguía vigente en la mente de gallos y gallinas. A pesar de que el mundo había cambiado por completo. Ninguno vivía más en la intemperie. Habitaban en pequeños cajones acondicionadas con paja y alimento dentro de grandes gallineros protegidos por altas rejas. Inclusive los zorros que merodeaban la comunidad se habían ido hacía mucho tiempo.
Por qué los gallos y las gallinas continúan llevando acabo las mismas acciones que hace cientos de años es algo que escapa a mi comprensión. Pero quien soy yo para hablar en nombre de estas aves de corral. Después de todo quizás sepan, algo que yo ignoro. ¿Quién sabe? Quizá si dejan de seguir estas normas las rejas que los protegen caerán, los zorros volverán a atacar y la comunidad estará en peligro de nuevo.
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La sociedad de las mulas y otras fábulas
Historia CortaBreve compendio de fábulas y otras historias cortas que exploran diversos aspectos de la sociedad.