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El otro día vi a un caballero luchar contra un dragón. Toda una pelea épica si me lo preguntan. El metal de la espada resonaba al golpear la dura piel de aquel ser y las llamas se esparcían por todo el lugar. Finalmente aquel valiente caballero logro encajar su espada en el vientre del fiero dragón y este murió.
Pero esa no es la parte importante de la historia, lo que me desconcierta y aun hoy no logro comprender es la razón por la cual estaban peleando. Debía ser algo importante si la batalla cobro la vida de ambos. Porque si bien no lo mencione antes, aquel valiente caballero falleció a los pocos días como consecuencias de las heridas provocadas por la batalla. El dragón había hundido la quijada en el costado de aquel hombre. Esto no lo mato pero daño seriamente uno de sus riñones y parte de su apéndice. Falleció por una peritonitis causada por una grave infección, porque si no lo saben a los dragones no les importa mucho la higiene bucal y tiene el hocico lleno de bacterias. Eso fue lo que los médicos dijeron, aunque no creo que hayan atendido a muchos hombres mordidos por un dragón.
De cualquier forma no fue una muerte nada elegante para un hombre que llevo a cabo un hazaña tan grande como la de asesinar a uno de estos seres, no es está la manera en que se despiden los héroes. Este final tan dramatico me llevo a preguntarme el motivo de sus acciones, las cuales como dije en un principio no logro comprender.
Aunque ustedes no lo crean era la primer vez que aquel hombre veía un dragón, nunca se había visto alguno en el reino. Él era un guardia del rey. Su vida era bastante sencilla, e incluso diría que rutinaria. Sus labores se limitaban a hacer de escolta, ya fuese cuando el rey viajaba o cuando algún noble de un reino lejano arribaba al castillo. No obstante no es como si odiara su trabajo. La paga, aunque modesta, no era mala y se le veía bastante orgulloso de su puesto. Inclusive tenía una bella esposa y tres hijos con los que amaba pasar el tiempo. Aquel día, que no era particularmente bueno o malo, caminaba de regreso a casa cuando vio al terrible monstruo en el cielo.
Ustedes pensaran entonces que el dragón era una amenaza para él o para el reino. Pero la verdad es que no. Como mencione antes nunca se había sabido de su existencia hasta aquel día. Y aquel noble caballero fue el primero en verlo.
La vida del dragón tampoco es muy impresionante. No custodiaba a ninguna princesa o tesoro. Simplemente habitaba en una montaña lejana. Aunque adulto, era apenas más grande que un oso. Se alimentaba de otros animales del lugar, como cabras y conejos. No estoy seguro si el dragón tenía familia pero no creo que le importara mucho o le causara gran frustración.
De cualquier forma aquel día el azar lo hizo descender y encontrarse con el caballero. Y eso fue todo. Una simple mirada y cada uno se lanzó en contra del otro. Habiéndose olvidado por completo de escribir introducción o planteamiento alguno, Dios, desarrollo el clímax de esta historia y ambos personajes murieron. Supongo que al final del día los dragones y los caballeros simplemente pelean.
