• Chapter 7: Destiny •

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» Chapter 7: Destiny. 
          
          
          
Kaeya había despertado primero de la pequeña siesta, así que por primera vez tuvo la oportunidad de observar el bello rostro de Diluc Ragnvindr a una distancia casi irreal.
          

Labios delgados y rosados, pestañas largas y cobrizas, piel blanquecina adornado de pecas, nariz pequeña y redonda... El Alfa nunca había visto a una persona tan hermosa en su vida y se sentía prendado de su belleza de una forma que era difícil de explicar.
          

No estaba seguro si era enamoramiento a primera vista o era basado por el vínculo ejercido por sus feromonas, pero a esta altura no le importaba... Quería aprovechar aquella cercanía y disfrutarla lo más que pudiera.
          

—¿Qué miras tanto?
          

Kaeya casi se atoró con su propia saliva cuando el Omega abrió sus ojos, estirándose suavemente entre las mantas y mirando a su compañero con aquellos ojos afilados felinos, en espera de una respuesta que pudiera satisfacer la pregunta que había hecho.
          

—Lo siento, no sabía si debería despertarte o dejarte descansar un poco más. —No era una mentira, la verdad es que había logrado ver la hora gracias a su reloj de muralla y supo que habían tenido una larga siesta de tres horas.
          

Consideraba que ya era prudente despertar de una buena vez y comer algo, pero la expresión ojerosa del pelirrojo le había obligado a guardar silencio.
          

—Es tarde. —Fue lo único que musitó Diluc para sus adentros, sentándose sobre la cama con pesar para poder relajar un poco sus músculos, que bastante tensos habían estado al mantener la misma posición mientras dormía.
          

—Sí, pero nos hacía falta un poco de descanso.
          

Hubo un silencio tranquilo mientras se alistaban, siendo interrumpidos por la delicada presencia de Roseanne quien dio un par de golpes en la puerta para informarles que ya les había servido la comida y que tendría que salir a hacer un par de trámites.
          

Bajaron al primer piso, dirigiéndose a la cocina, observando complacido que sobre la mesa había un par de buenas porciones de arroz blanco, con un montón de acompañantes de todo tipo.
          

Cuando ambos se sentaron, Kaeya no tardó en enterrar sus palillos para servirse de todo un poco, estaba muerto de hambre, pero por el contrario, Diluc lucía bastante confundido mirando la cantidad de alimentos dispuestos sobre el comedor.
          

Parecía sorprendido, quizá hasta algo emocionado por tener una comida así.
          

—¿Pasa algo malo? —Preguntó el Alfa con la boca llena, masticando con bastante rapidez para tragar, aclararse la garganta y hacerle un gesto con sus propios palillos para que cogiera los suyos. —¿No tienes hambre?
          

Diluc parpadeó un par de veces mientras dirigía sus brillantes ojos rojos a cada platillo servido, como si no supiera que escoger primero.
          

—Yo... Nunca había comido así.
          

Kaeya ladeó su rostro un tanto confuso, terminando por arrugar el ceño mientras su cabeza comenzaba a funcionar a una velocidad alarmante.
          

—¿Nunca? —Kaeya escogió una buena porción de carne sazonada para untarla con un bocado enorme de arroz, llevándosela a la boca con entusiasmo. —Mi madre siempre cocina esto cuando hay visitas, así que prueba todo lo que gustes.
          

• I'll find you • [ Kaeluc | Genshin Impact ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora