• Chapter 11: Escape Plan •

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» Chapter 11: Escape plan.
          
          
          

No demoraron más de media hora en regresar al Instituto, así que a penas llegaron al edificio, Kaeya y el maestro Zhongli bajaron rápidamente del vehículo para dirigirse con paso veloz hasta la oficina de computación que había indicado Rosaria.
          

Por otro lado, la mujer quiso quedarse acompañando a Childe a devolver el automóvil, ya que su tío, pese a que le daba igual el motivo por el que necesitaba el transporte y que incluso lo utilizara sin licencia, no quería tener más problemas de los que ya tenía con su hermano, así que entre más rápido lo regresara, mucho mejor.
          

Llegar al salón de informática no fue un problema, al estar acompañado por un profesor los accesos eran liberados sin cuestionamientos, incluso si el estudiante no formaba parte del selecto grupo de alumnos que tenían los privilegios de usar los aparatos tecnológicos de la escuela.
          

Encontrar a Albedo fue aún más fácil, prácticamente era el único chico que se quedaba en el laboratorio de electrónica fuera del horario escolar, estudiando quizá qué tipo de programas que lo tenían sentado horas frente a la pantalla.
          

—¿Albedo?
          

El rubio parpadeó un par de veces un tanto confuso por ser interrumpido, para luego levantar la cabeza al escuchar el llamado, sin mostrarse sorprendido por la presencia de ambas personas que nunca antes habían acudido a ese lugar.
          

Se puso de pie con una expresión un tanto neutra en su rostro, inclinando su cabeza en señal de respeto al docente, para luego compartir un cruce de miradas silencioso con Kaeya.
          

El Alberich podría haberlo tomado como un saludo discreto.
          

—Profesor, buenas tardes. —El joven no parecía un genio como lo había descrito Rosaria, de hecho lucía bastante normal.
          

Cabello rubio, ojos azul claro, y unos lentes gruesos cuadrados de color negro que descansaban en su nariz pequeña y perfilada. Tranquilo, calmado... O eso fue la primera impresión que obtuvo de él.
          

Pero el moreno confiaba en Rosaria y ella había dicho que era la persona indicada para ayudarlos.
          

Si había dicho que podría obtener información confidencial manipulando ciertos datos por internet, es porque sí podía hacerlo.
          

—Buenas tardes, lamento interrumpir su trabajo, pero necesito pedirle un favor. —Zhongli extrajo su teléfono móvil del bolsillo de su pantalón mientras hablaba, buscando las imágenes que había logrado capturar del lugar en dónde Diluc había sido arrastrado hace una hora atrás.
          

—¿Un favor? ¿De qué se trata, señor? —Albedo se mostró de inmediato interesado, acercándose un poco para observar lo que el mayor le estaba mostrando a través del aparato electrónico.
          

—Necesitamos saber qué es éste lugar y el nombre de las personas que lo administran. Trabajadores, visitantes... —Zhongli frunció ligeramente el ceño ante la mirada extrañada de Albedo, cómo si no supiera cómo reaccionar ante esa extraña petición. —Hay un Omega involucrado en algo bastante turbio y requiero la mayor cantidad de información para saber qué hacer. —Agregó al instante el más alto, notando de inmediato como la expresión del rubio cambió al instante al comprender de qué se trataba todo.
          

• I'll find you • [ Kaeluc | Genshin Impact ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora