Yugen - Boku no Hero Academia [VOL. 2]

20. El resultado de las pasantías

- Fue por poco tiempo pero...gracias por recibirme, Endeavor-san. – dijo con cortesía y elegancia la heterocromática.

- Independientemente de tu Singularidad, eres una persona buena para mi hijo. – habló de manera seria, halagando la chica. – Mi oferta seguirá en pie, así como espero verte en mi Agencia más adelante. – finalizó y la chica sólo pudo atinar a sonreír con un poco de molestia oculta.

- Supongo que...gracias y con respecto a lo de su Agencia, lo pensaré pero gracias. – fue lo que dijo con educación.

- Nisshoku, podemos irnos. – habló esta vez el bicolor.

- Shoto...- el héroe se dirigió esta vez a su hijo.

Antes de que Endeavor pudiera decir algo, Shoto habló.

- Seguiré mi propio camino para volverme un héroe, sólo vine a apreciar con mis propios ojos al héroe n°2. – habló serio completamente.

- Esta bien. Sigue practicando con tu Singularidad. – fue lo que pudo contestar el mayor.

Akira se había percatado de que siempre que estos dos eran rodeados por silencios incómodos y tensos. Se dio cuenta de que su relación no era una normal como padre e hijo, era más distante, sin embargo, esperaría a que el bicolor le contara todo por sí solo.

- Nos vamos. – dijo Todoroki a su compañera.

- Sí. – contestó e hizo una reverencia pequeña al héroe a manera de despedida y se fueron a tomar un tren.

En el tren pudo sentir como la tensión que tenía el bicolor era sustituida por calma.

- ¿No preguntaras nada? – preguntó repentinamente el bicolor.

- ¿Sobre qué? – cuestionó nuevamente ella.

- La relación entre Endeavor y yo. – explicó un poco su punto, viendo como la chica miraba al frente tranquila.

- Esperare a que decidas contarme. – contestó con tranquilidad devolviendo la mirada al heterocromático.

- Gracias....- fue lo único que el chico atinó a contestar.

Después de esa pequeña conversación ambos se sumieron en una ambiente de tranquilidad y disfrutaban del viaje en silencio y tranquilo.

- ¡¿En serio?! ¡¿En serio, Bakugo?! – exclamaban Kirishima y Sero a carcajadas al ver el estilo de peinado que llevaba.

- ¡No se rían! – exclamó esta vez enojado el mencionado con un leve temblor de la molestia que sentía. – Mi pelo se acostumbró y no vuelve aunque lo lave. – explicó con furia en su cara.

- ¡No se rían! ¡Los mataré! – volvió a exclamar para amenazarlos.

- ¡Inténtalo, raya en medio! – exclamó en contestación el azabache.