Extra 1

48 3 11
                                    

"No necesitamos anillos, por ahora. Podemos conseguirlos después"

Esa frase que había dicho aún rondaba por su cabeza, y ya había pasado un tiempo desde que la dijo, y todavía quería... NECESITABA conseguir esos anillos.

Sabía bien que no le había prometido a Alejandro que los conseguiría, y que probablemente él no esté esperando a que los consiga porque ya son felices sin la necesidad de cargar puestas unas sortijas en los dedos.

"Pero de verdad me gustaría conseguirlos para él."

Dando un paseo corto por la ciudad; ya que otra vez había salido a hacer mandados y tenía que regresar con rapidez; se detuvo frente a una joyería, no es el tipo de persona que le guste detenerse tanto en ese tipo de lugares, lugares donde venden prendas o accesorios... Pero esta vez era importante.

Vio varios tipos de anillos, empezó a imaginar cómo se verían su mano y la de Ale con cada modelo de esos anillos, descartó algunos y empezó a anhelar el tener otros.

Maldijo mentalmente el que no tenían los precios y tendría que preguntarlos. Esperó a que el señor que atendía la tienda se desocupara para poder preguntar cada precio.

-¡Muy buenos días! –Dijo con un ánimo más falso que su fingida heterosexualidad. Pero al menos se sentía alegre de que no se notara su timidez en ese momento.- ¡Woah! Todas estas joyas son hermosas, ¡y esos anillos! ...esos anillos. ¿Podría decirme el precio de cada uno de ellos si no le molesta, señor?

El vendedor sonrió, le pareció un poco gracioso el intento de "discreción" que el chico de la caperuza roja había intentado tener, había intentado no mostrar interés principal en los anillos pero aun así lo había hecho, Rosmer se sonrojó al darse cuenta pero con la cabeza gacha prestó atención a los dedos del vendedor señalando cada anillo mientras mencionaba sus precios.

Se impresionó al escuchar las cifras, sin poder evitarlo puso una expresión triste y suspiró mientras pensaba en cómo conseguir el dinero. Se incomodó cuando el señor sonrió divertido nuevamente preguntando cosas que para Rosmer eran personales, como "¿Estás interesado en alguna muchacha?" y luego empezar a recomendar anillos que podrían verse bien. De una forma ridícula evadió el tema.

-NO. –Y después de responder eso se fue con rapidez, cuando estuvo en soledad se dio una palmada en la cara. "Rosmer, ¿no puedes ser más inteligente para responder?"

De regreso a casa pensó mejor en lo que haría, ya tenía un plan: Comenzaría un negocio con los ahorros que tiene, multiplicará su dinero hasta tener la cantidad que necesitaba, y compraría los anillos. Pero ahí no terminaba su plan, haría crecer su negocio para seguir teniendo los ingresos suficientes para independizarse de una vez por todas, si comenzaba ahora quizá en dos años podría tener al menos una parte para el final de su plan. En ese tiempo ya tendría dieciocho años, la edad para irse de la casa si estás económicamente estable, bien, entonces, teniendo dinero suficiente compraría o construiría su propia casa o cabaña en el bosque, y viviría con Alejandro, adoptarían hijos (Si él quiere) y tendrán un montón de mascotas y plantas (esta si es obligatoria). Todo perfecto como debe de ser. Y hay una gran probabilidad de que al lobezno le guste.

Sólo necesitaba empezar... Luego le dará la sorpresa a Ale.

~♡~

Había hecho panes dulces.

Todavía no llevaba ni dos semanas de haber iniciado y ya sentía que había quebrado el negocio.

Bueno, debió haberlo pensado mejor, no iba a ser fácil vender dulces. Verdaderamente esas personas que trabajan en sitios como panaderías o dulcerías tienen una resistencia increíble. Suspiró mientras seguía pensando en cómo no terminar en la quiebra, ya que aún podía salvar algo de lo que tenía.

After StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora