Titanes del Pacífico || Pacific Rim

Capítulo XI

El primer kaiju apareció y atacó de manera sorpresiva a los jaegers, así fue como la pelea comenzó.

—Typhoon y Alpha tienen problemas, vamos a ayudarlos—. Dijo Hensen por el comunicador.

—¡Quiero que se queden en su posición y no intervengan! Los necesitamos para llevar la bomba ¿Entendido?

—No podemos quedarnos aquí y verlos morir ¡vamos!—. Dijo Chuck a su padre.

—Al diablo. Control, vamos a intervenir

Pentecost golpeó la mesa al escuchar eso, pero sabía que los pilotos no le harían caso, giró a ver a Becket y Sevier, y antes de que esta última pudiera incluso emitir una palabra, el mariscal habló.

—No quiero escuchar ni una sola palabra ¿Me oíste?

Keira solo resoplo y desvío su mirada, molesta. Ya no podía hacer nada por ayudar, solo habría que esperar.

La pelea contra el kaiju aún continuaba, había logrado derribar a Crimson Typhoon, así que la pelea ahora era con los rusos, cuando de pronto el kaiju soltó una especie de ácido sobre Cherno alpha, provocando que se dañara su casco.

Striker comenzó a moverse para tratar de llegar a sus compañeros y ayudarlos. Cuando estaba a punto de llegar a ellos, el segundo kaiju apareció, logrando derribarlos, y con ellos una segunda pérdida de pilotos.

—Perdimos a Cherno, señor—. Dijo Tendo

Ahora la pelea era Striker contra dos categoría 4, las probabilidades de derrotarlos cada vez eran menores. Comenzaron a usar la artillería pesada.

—Activando misiles.

En eso el jaeger abrió su pecho sacando sus armas y cuando estaba a punto de disparar algo sucedió.

De pronto todo en la ciudad se apagó, una sobrecarga provocó que dejaran a todos incomunicados y sin electricidad.

—¿Qué acaba de suceder?—. Preguntó Hermann.

—Ese kaiju acaba de provocar una descarga eléctrica, y quemó todos los circuitos electrónicos.

—No es un mecanismo de defensa, es un arma.

—Llama a Striker—. Ordenó Pentecost.

—No puedo. La interfaz digital del Modelo 5 no sirve, me tomara como dos horas activa el auxiliar, todos los jaegers son digitales.

—No todos, mariscal.—Intervino Raleigh, provocando que todos fijaran su mirada sobre él.

—¿Qué haces?—. Le susurro Keira.

—Confía en mí—. Dijo antes de volver a hablar con el mariscal. —Gipsy es análogo. Nuclear.

Pentecost se quedó callado y los miró a ambos, sabía a lo que se refería.

(...)

—¿Qué está pasando?—. Preguntó Newt confundido, al ver que todos en el lugar se movían de un lado a otro y guardando todas las cosas.

—Dos malditos kaijus vienen hacia Hong Kong.

—No, no, eso es imposible, nunca habíamos visto dos.

—¡Pues tal vez es porque nadie se había enlazado con ellos, genio!—. Dijo alterado Hannibal. —Cuando los pilotos de un jaeger se enlazan, es algo bilateral, un puente ¿no? Una conexión ¡BILATERAL!. Tal vez esos kaijus quieren encontrarte.

—¿Qué vamos hacer?—. Dijo Newt con temor.

—Voy a esperar en mi propio bunker privado, pero tú irás a un refugio público. Ahora largo de aquí.

(...)

Después de la descarga eléctrica el jaeger de los Hansen se había quedado varado, pero mientras uno de los kaiju se quedaba cerca de ellos el otro ya había llegado a la ciudad, destruyendo todo a su paso.

—La energía de emergencia no está respondiendo—. Dijo Herc Hansen. —Intentaré algo más—. Dijo antes de soltarse.

—¡No, no te sueltes!—. Advirtió su hijo.

En ese momento el kaiju golpeó el casco, provocando un violento movimiento y haciendo que ambos pilotos cayeran bruscamente, ante tal golpe el mayor de los Hansen se lastimó el brazo.

—Está afuera ¡tenemos que salir ahora!—. Le gritó Chuck.

—¡No iremos a ningún lado! Tú y yo somos lo único que se interpone entre ese maldito y diez millones de personas—. Le gritó su padre. —Tenemos que decidir algo, nos quedamos aquí o tomamos esas bengalas y hacemos algo muy estúpido.

Su padre tenía razón, así que sin más ambos tomaron las bengalas y salieron al exterior para disparar al monstruo. Provocando que este se molestara y estuviera a punto de atacarlos, si no fuera por unas brillantes luces detrás de él que evitaran su ataque.

Un grupo de helicópteros traían consigo a Gypsy Danger.

Soltando al gran jaeger, pilotado por Becket y Sevier

—Bien Keira, prepárate ¡llegó la hora!

Como si el kaiju los hubiera escuchado, este se acercó rápidamente a ellos para atacarlos, pero fueron más rápido y la pelea comenzó.

—¡Eso Gipsy, hazlo trizas!—. Gritó Chuck

En un movimiento rápido el kaiju tomó al robot y lo lanzó a gran distancia hasta que este llego a la ciudad. La gran bestia no tardo en alcanzarlo para seguir peleando contra él.

—¡Rápido, hay que vencerlo juntos!—. Le gritó el rubio a su copiloto. —¡Activa el cañón de plasma!

La bestia estaba sobre ellos, pero fue en ese momento que el cañón se activó y pudieron dispararle. Fueron más de siete impactos contra el kaiju, hasta que finalmente lo derribaron.

Después de eso, siguieron avanzando, tenían que ir por el segundo kaiju.

—Espera —. Dijo de pronto Raleigh. —Creo que ya está muerto, pero revisemos su pulso.

—Entendido.

Nuevamente activaron el cañón de plasma y dispararon tres veces al pecho del kaiju.

—Sin pulso—. Confirmó Becket.

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Maratón 2/3