Cap. 40

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Y ...

Lo había perdido, sin duda lo había perdido.

El mohin en su rostro era claro, ahhh, justo cuando planeaba felicitar al alfa.

Es decir, no es algo nuevo que esté gane las carreras, pero poniendo en cuenta que desde que había llegado era la primera que veía, sentía que era una buena forma (por no decir excusa) de acercarse al italiano.

Iba a verlo a su habitación, pero no estaba ahí, aún así quiso insistir, se quedó poco tiempo en el lugar hasta que realmente supo que ese no era el mejor plan.
Seguido de ello, busco en el restaurante, incluso en el bar. Pero no tenía idea de dónde estaba.

Al menos hasta que, en su momento de vagancia mental, llegó al lobby del hotel y pudo sentir el aroma a avellanas. Si ahí estaba, saliendo del hotel, vestido a manera de no ser atacado por cámaras o fans.
Para cuando reaccionó del todo ya habían subido varias personas al elevador en el que se encontraba.

Con un poquito de dificultad se hizo paso, alcanzando por nada la puerta que por poco se cierra. A paso apresurado siguió el leve rastro de aroma que quedaba en el aire, saliendo del edificio. Pero básicamente perdiendo dicho aroma, buscando con la mirada, decepcionandose cuando supo que era imposible encontrar al alfa de esa forma.

Algo resignada tras mirar un par de veces más a su alrededor, cerró con fuerza sus puños, decidiendose por volver al edificio, en todo caso su hermano comenzaría a buscarla, sin embargo ya solo querer dar un paso atrás, sintió el impacto con alguien ajeno, nuevamente a sus fosas llegó ese leve aroma a avellanas, perteneciente a un solo alfa en ese gran lugar, inconcientemente una sonrisa se dibujo en su rostro.

-Señorita Veloso, tenga más cuidado-

La sonrisa se desvaneció al instante de escuchar una voz completamente diferente a la que ella quería escuchar. Alejándose un par de pasos y mirar a la persona con la que impacto.
Si bien dicha persona buscaba ser lo más discreta posible, le delataba el cabello rubio bajo ese gorro.
Dio una leve sonrisa, que intentaba ocultar el desconcierto, otra vez, en presencia del americano, el suave aroma del Italiano aparecía.

-Claro, lo siento, estaba desconcertada-

El contrario dio una sonrisa para asentir, en señal de haber entendido.

-Con permiso-

La castaña reaccionó, dandole paso al americano al que simplemente observo hasta que esté se subió en un taxi.

Nuevamente, suspiro resignada y hasta cierto punto confusa. ¿Porqué él seguía impregnado con el aroma del Italiano?

~~~•°•°•°•°•°~~~

B

ien ya estaba fuera del lugar, se sentía nervioso, y  no estaba muy seguro del porque, rayos, se estaba arrepintiendo.

Justo cuando esos pensamientos cruzaban su mente sintió como unos brazos le rodearon desde atrás, pero básicamente su ser estaba en el la nada y por mero instinto busco soltarse.

Lo que ayudó, entre comillas fue que la persona detrás suya no puso resistencia.

-¿Quién rayos te cr...?-

La sensación de alerta se desvaneció en un parpadeo y en su lugar llegó la vergüenza.

-¿Demasiado sorpresivo?-

Ok, quizá el americano estaba demasiado adentrado en su mundo.

Gracias a lo que sea, esta vez el americano tenía un cubre bocas puesto y ese color en sus mejillas no se notaba con facilidad, bueno, no importaba mucho ya que de inmediato el alfa sintió la vergüenza del menor.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2022 ⏰

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~°DISFRAZ°~ (AU) omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora