Cap. 31

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- Espera, ¿Puedes repetir eso?-

Esa palabra, no le gusta esa palabra.

Por un momento el castaño quizo soltar un gruñido, pero pareció resignarse.

-Como sabes mi padre es Dante  Bernoulli, sin embargo yo soy un hijo bastardo, mi ma...-

-No, detente ahí-

¿Qué acaso el americano no le creía?

Ya era como la cuarta vez que le explicaba aquello y le seguía deteniendo.

-¿Un qué?-

-Soy un hijo bastardo-

-Solo, dilo de manera diferente-

-Aammm, es un poco difícil, siempre fui llamado así- formó por así decirlo una sonrisa forzada, parecía querer reírse, pero no exactamente por un buen motivo -Entonces... ¿Ilegítimo?, Creo que podría ser así-

La mirada zafiro seguía sin sentirse convencida, pero tampoco podía encontrar muchas formas de llamarle.

-¿Puedo continuar?-

-¿Porque me cuentas esto?-

-Necesito ser sincero contigo, además tarde o temprano lo sabrías, es mejor contártelo ahora, quiero demostrarte que confío en ti, yo conozco algo muy importante para ti, solo devuelvo el favor, además...- Los orbes avellanas se desviaron -Aunque no se mi favorito, Nathalie me regaño por no contártelo aún, creo que está en lo correcto-

-Eso quiere decir que ella lo sabe-

-Emm, si, aunque era necesario que ella lo supiera... De hecho, eso quiero explicar.. ¿Puedo?-

El rubio asintió, aunque había un detalle al que no dejaba de prestar atención.

Las manos del contrario llevaban un rato moviéndose de más en ocasiones parecia que jugaba con ellas.

-Vale, como es sencillo de entender, toda la información que encuentras sobre mi en cualquier fuente queda completamente invalida a partir de ahora, lo único correcto en todo ello es el nombre de mi padre, mi madre... Ella... Su nombre es Eleonore Martinelli- imposible no notar esa sonrisa que de la nada apareció en la expresión del alfa -Ella conoció a mi padre de casualidad, y según me contó, él le hipnotizo casi de inmediato...-

Sus ojos parecieron apagarse por unos instantes, los detalles en su expresión no pasaban desapercibidos, el Omega no dejan que ninguno de ellos se escaparan de su mirada.

-... Y parecía que ocurrió lo mismo con él, varias veces ella confesó sus sinceros sentimientos hacia el hombre que le había robado el corazón, con sencillez las respuestas afirmativas no se hacían esperar. Por tanto, la ilusión y esperanza siempre fueron en aumento, la espera de un lazo, junto con un bello futuro... Pero, quedaron así, como una ilusión...-

Y la mirada apagada, quizás perdida, seguía ahí.
En ocasiones chocando con los orbes azules, en ocasiones mirando algún punto fijo en el lugar.

-... Aparentemente ese hombre ya se encontraba comprometido con una omega, aprovecho el tiempo que aún le quedaba antes de la celebración de su boda, como excusa para salir de su lugar de origen diciendo que era por situaciones laborales, pero que regresaría antes de la fecha establecida de dicho compromiso... Y así lo hizo- una risa de tono sarcástico se escuchó de su parte -De la nada desapareció, dejando a una mujer con ilusiones desechas, ah, y un bebé en vientre, del que ella no se enteró hasta varios meses después...-

Una mueca, eso era, una mueca apareció en el rostro del italiano.

-... Nunca fue bien visto ese hecho, es decir, las personas del lugar la conocían, supieron del romance con aquel alfa, alfa que de la nada desapareció, dejándola sin marca, con un niño o niña en vientre, y ella en su terquedad, decidió esperar, segura de que ese hombre regresaría, asegurando que el ser en su interior naceria rodeado de cariño, no tardó en enterarse que dicho hombre le había engañado en muchos aspectos, empezando por su nombre y ocupación.
Dante Bernoulli, heredero a una de las empresas más importantes en Italia, quién recientemente habia contraido el dichoso puesto que le pertenecía, felizmente casado con una bella omega, por cierto, compromiso que se celebro en fecha coincidentes al día que desapareció...-

~°DISFRAZ°~ (AU) omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora