Joshua observa de lejos a Seokmin mientras se abraza a sí mismo y contiene sus ganas de acercarse a él, su amigo no ha querido verlo desde su confesión y no ha dejado de evitarlo. Sale casi todos los días con su madre o alguna de las enfermeras, suele abandonar su habitación y solamente regresa por la noche, aún así Joshua sigue yendo a verle, a veces lo observa en el jardín, en su silla de ruedas mirando todo a su alrededor, otras veces lo observa en algún lugar de aquel hospital, en la cafetería, en la sala de juegos, en cualquier lugar.
Aquello no termina sino hasta que un día Joshua decide ir más temprano, justo antes de que Seokmin decida salir, necesita hablar con él, necesita verlo y aclarar sus dudas, ¿por qué lo evita? ¿Acaso no siente lo mismo? No le molestaría que así fuera pero preferiría que se lo diga directamente.
—Joshua —la expresión de asombro de Seokmin es realmente genuina en cuanto ve al americano entrar en su habitación.
—Tenemos que hablar —responde sin pensarlo dos veces, tiene que dejarlo fluir o podría arrepentirse.
—Hoy estoy muy ocupado, quizás otro día…
—No, tiene que ser ahora —cierra la puerta detrás de sí y se acerca a la camilla de Seokmin, puede ver que ya se ha cambiado para salir pero aún está leyendo su libro.
—Joshua…
—¿Por qué me evitas, Seokmin? —pregunta sin más, entre molesto y dolido, aquello puede notarse en su voz claramente.
—¿De qué hablas?
—¿Acaso no sabes lo mucho que duele la indiferencia? —sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas y él no puede evitarlo—. Te he dado un mes para que decidas dejar de evitarme pero no ha sucedido, ¿acaso no sientes lo mismo? No me importa, si no sientes lo mismo podrías decírmelo en lugar de hacerme creer que he hecho algo malo.
—Lo siento, yo creí que sería lo mejor —ahora Seokmin parece molesto.
—¿Siquiera pensaste en cómo iba a sentirme yo? Seokmin, tengo miedo.
—¿Tienes miedo? Soy yo quien va a morir, Joshua —se queja y aquello es suficiente para que Joshua se moleste.
—¿Te crees que no lo sé? —finalmente sus lágrimas caen y él ya no puede contenerse—. Tenía miedo por ti, Seokmin, no por mi —suelta y puede ver al contrario confundido—. Tenía miedo de que te fueras y no estar a tu lado cuando eso pasara, tenía miedo de que me dejaras y nunca saber qué fue lo que hice mal, tenía mucho miedo de perderte también así —hace una pausa y seca sus lágrimas mientras baja un poco la mirada, se siente avergonzado—. Ya sé que en algún momento voy a perderte, ¿por qué no me dejas estar contigo mientras aún no ha pasado? —susurra y Seokmin se siente estúpido—. Sé que nunca voy a entender lo duro que es para ti, sé que eres el más afectado en esta situación, aún así me duele pensar en que tendré que dejarte ir, me duele pensar en que te vayas y no poder estar a tu lado en cada segundo. A la mierda mis sentimientos, Seokmin, eres mi mejor amigo, no me importa si no sientes lo mismo puedo hacerlo a un lado, puedo fingir que no existe, solamente quiero estar contigo, ¿qué clase de amigo sería si no te acompaño en el momento más difícil de tu vida?
—No quiero —dice Seokmin y Joshua le mira confundido—. No quiero que hagas a un lado tus sentimientos porque yo siento lo mismo —susurra con lágrimas en los ojos y Joshua se acerca a estrecharlo entre sus brazos—. Pero siento que no debo, ¿cómo podría hacerte esto? —habla mientras se aferra a aquel abrazo fuerte que le está dando el contrario—. Siento que es egoísta amarte aún sabiendo que voy a irme de aquí.
—Es egoísta que no quieras darme tu amor porque sabes que te irás, me es suficiente con tenerlo el tiempo que estés aquí —susurra ahora él y besa la parte posterior de su cabeza suavemente—. No estás solo, Seokmin.
—Lo sé.
