¡¡IDIOTAS!!

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Me pase la mano por el cabello de nuevo, el viento agitaba mi cabello lentamente. Dentro de poco iba a comenzar a nevar.

Suspiré mirando el cielo azul. Había sido una buena decisión venir a este lugar y alejarnos de la cuidad por un rato. Cerré los ojos disfrutando de la sensación de tranquilidad. Me gustaba. Mucho.

Mesi mis piernas de adelante para atrás en la orilla del muelle, unos centímetros más y estarían dentro del lago.

Así que él era el chico que mi papá quería que conociera...

- Apuesto a que te vas a llevar bien con él, son muy parecidos, mas de lo que te puedas imaginar.

Aquellas fueron las palabras de papá...

Hay tantas preguntas y tengo tan pocas respuestas, temo que he perdido la cabeza. ¿Cómo es que mi papá conocía a los Gallagher? ¿Y por que ellos nos han mencionado nada? Desde ayer en la noche mi mente esta hasta el limite, no estoy entendiendo nada y necesito que alguien me explique lo que esta pasando. Pero, ¿Quien? ¿En quién puedo confiar?

Sabia tan pocas cosas del pasado de mis papás, que ahora me esta ahogando el de mi papá, necesito saber, porque pase lo que pase termino relacionada con aquella familia, ¿Por que ellos? Me siento tan culpable por todo, incluso por los malos momentos de Aidan, él no merecía aquello, la vida es tan extraña que sigo sin entender porque es a las buenas personas a las que decide condenar...

Sonreí de lado al escuchar las risas de Aidan y Zack, giré mi cabeza en su dirección. No pude evitar sonreír al verlos empujarse mientras reían animadamente. Me gustaba saber que se llevaban más que bien. Soledad sonreía mientras los miraba desde la enorme ventana de la cocina.

Mi mamá, el año ya estaba terminando... Las palabras que dijo el doctor en la ultima consulta de mi mamá termino por arrancarme todas las esperanzas.

- La enfermedad esta avanzando mas rápido, y no podemos detenerla ni retrasarla...

El corazón se me hizo añicos, ¿Qué voy a hacer? No estoy lista para quedarme sin mi madre.

- Usted dijo dos años, apenas esta terminando uno... - tragué duro sintiendo mis ojos llenarse de lagrimas.

- Lo siento mucho... Pero ya no podemos hacer nada... Cómo mucho, le quedan tres meses...

Mi sonrisa se borro al recordarlo... La vida es más que injusta. Me pregunto que es lo que estoy pagando, y porque me están arrebatando mi mundo...

Trague con dificultad. ¿Que iba a hacer?

¿Cómo se supone que le tengo que decir a Aidan que por culpa del accidente fue que él se quedó sin la vista? ¿Cómo le dice a mi madre que le quedan tres meses de vida? Miré de nuevo al frente mientras seguía escuchando sus risas. ¿Por que la vida es tan injusta con los demas? Nunca iba a entender aquello.

Había juntado a dos buenas personas y les había arrebatado algo invaluable.

- Papá, háblame... - susurré bajando la mirada al lago cristalino. - ¿Qué se supone que tengo que hacer ahora? Te prometí ser fuerte y valiente, prometí cuidar de mamá, pero no puedo... Y ahora resulta que el accidente no fue un accidente. ¿Qué debo hacer?

Miré el anillo en mi mano derecha. ¿Y si ambos estuviéramos destinados en encontrarnos? No se me ocurre otra explicación del porqué, pase lo que pase, nos seguimos encontrando.

Miré de nuevo a Aidan, no puedo negar, que a pesar de todo lo que a pasado, él a cambiado mi vida de una manera irreparable. Y jamás se lo voy a terminar de agradecer.

Cuando seas mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora