Miedo...

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Mis labios se abrieron por puro instinto, pero al saber que aquellos labios no eran de Zack mi cuerpo se puso a la defensiva.

Liberé mis brazos de su agarre y tomé impulso para empujarlo. La sorpresa fue evidente en sus ojos, pero no duró mucho porque cayó al suelo en el momento en el que mi puño golpeó su cara.

Mi cuerpo estaba tan lleno de cólera que ni siquiera me importó el intenso dolor en mi muñeca. Posiblemente me la había lastimado, pero me dio igual.

- ¡¿Pero que carajos te pasa?! - vociferé.

Una parte de mi quiso disculparse al ver su labio sangrar, pero la otra me pidió que le diera otro puñetazo por imbécil.

- ¡¿Estas mal de la cabeza o que carajos?! ¿Como te atreves a besarme? ¡Y en contra de mi voluntad!

- ¿Y que vas a hacer? - se levantó limpiando la sangre con el dorso de su mano - ¿Demandarme? ¿Cuáles serán los cargos? ¿Estar enamorado de ti?

- ¡¡¡YA DEJA DE DECIR ESO!!!

- ¡¿Decir que?! ¡¡ES LO QUE SIENTO!!

Chirríé los dientes queriendo ahorcarlo. Bufé enseñándole el dedo de en medio y me giré para largarme.

- ¿A donde vas? - me tomó de la mano.

- ¡Suéltame! - lo miré.

- ¿Por que? - respiré agitadamente - ¿Por que te niegas a escucharme? ¿Por que no me crees cuando te digo que te amo y estoy enamorado de ti? ¡¿Que tengo que hacer?!

- ¿Que? - lo miré de frente.

- He hecho de todo, te he pedido perdón de todas las formas que mi cabeza me ha dado. Me da igual que me quieras destruir, hazlo si con eso pagaré mi condena, ¿Pero por que no me crees cuando te digo lo mucho que te amo? ¿Por que? Me da igual lo que hagas conmigo. Solo quiero que vuelvas a confiar en mi y me des una última oportunidad.

Apreté tanto las manos en puños que mis palmas dolieron.

- ¿Confiar en ti? - encaré las cejas incrédula. Mis ojos se nublaron a causa de las lágrimas - ¡¿Y eso a donde me ha llevado?! - grité.

Ryan me soltó como si lo hubiera golpeado. Retrocedió unos pasos mientras su rostro se desfiguraba en uno dolor, sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

- Tú nunca me vas a perdonar ¿Verdad? - susurró- No importa lo que haga ni lo mucho que intente obtener tu atención. ¡Siempre me lo vas a echar en cara!

Abrí la boca ofendida al verlo llorar.

- A no... ¡Tu no puedes llorar! - grité con la voz rota, caminé a él negando con la cabeza - ¡Tú provocaste esto! - me señalé- Yo confíe en ti, te di una oportunidad y tú jugaste conmigo.

- ¡¿Por que carajos no lo superas?!

- ¡MÍRAME! - grité en llanto - ¡¿Crees que tener ataques de pánico y ansiedad se supera así como así?! - lo empujé- ¡Tú provocaste esto! ¡No fuiste la única razón, pero fuiste el jodido detonante! ¡Sabías como estaban las cosas en mi vida y aún así decidiste seguir adelante! ¡¿Por que?! - lo empujé- ¡¿Por que no te detuviste a pensar ni un momento en el daño que me hacías?! ¡¿Tan poca cosa fui?! ¡¿Por que no me dejas en paz?!

- ¡POR QUE ME ENAMORÉ DE TI!

- ¡DEJA DE DECIR ESO!

Cuando seas mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora