VII - Muñeco

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Advertencia 🔞

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CAPITULO 7 - Muñeco

Odio pensarlo, pero me he quedado con ganas de follar desde esa noche. ¿Estoy avergonzado? Claro que lo estoy, pero que más da... cualquiera puede tener un traspié en su propio cumpleaños.

Busco comunicarme con Jungkook en los siguientes días, incluso le pregunto sutilmente a Agatha si su hermano está en su departamento... pero la niña es determinante: "él ha viajado con mi tío Yuta".

Solo me ha respondido un mensaje en toda la semana, y no ha perdido su encanto y clase para fingir que todo está bien y bajo control: "pronto volveré y hablaremos", pero se que nada está bien, porque Jungkook correría hasta el colegio para terminar con lo que hemos empezado.

Luego de dos semanas pierdo la paciencia por completo y me decido a buscarlo en el único lugar donde se que podre tener acceso a él sin invadir su privacidad: el North Dinamark.

La discoteca casi me resulta familiar luego de esa noche y juro que también le resulto familiar a sus hombres, ya que me miran ensimismados pero no dicen nada. Probablemente recuerden el papelón que hice en los pasillos, pero no me importa. Me acerco al único guardia que reconozco, el que creo recordar ser llamado por su nombre: "Eunwoo", y él me saluda con una sonrisa extraña, como si supiera quien soy y el porqué estoy aquí.

— Tu jefe... ¿está en su privado?

— Puede ser... - su respuesta no me sirve para absolutamente nada, así que volteo los ojos y vuelvo a insistir.

— Necesito hablar con él.

— Necesitas una cita.

— Déjame hablar con él... sabes que va a enojarse mucho si se entera que no me has dejado pasar.

Saco la peor parte de mi a la luz, esa parte soberbia y altanera que tanto esfuerzo por ocultar el resto del día. ¿Pero porqué debo seguir haciéndolo? Él me ha buscado y seguido hasta el cansancio, esta vez seré yo quien lo busque y le exija una explicación.

Eunwoo me mira con mala cara, como si hubiese logrado joder su paciencia, y me toma del brazo, dispuesto a llevarme a la oficina o a donde sea que esté. Apenas recuerdo los pasillos de la discoteca, debido a la droga y el alcohol que bebí aquella noche. Otra vez la vergüenza me invade, al recordar todo lo que dije e hice en presencia de la gente.

— Está dentro de su privado. Perderé mi trabajo si no quiere verte, también lo perderé si se entera que no te traje hasta él, váyanse al demonio, ambos.

Eunwoo es sincero y me muestra su cansancio... y tiene razón, lidiar con un tipo como Jungkook no debe ser fácil.

Golpeo pero no obtengo resultado, así que decido entrar de la manera más desubicada posible, corrompiendo su privacidad y destruyendo su paz.

— ¿Por qué no respondes mis mensajes y mis llamadas? - le digo en forma de saludo.

Jungkook está sentado con un vaso de whisky en la mano mientras observa la vida de su discoteca. La vista desde su privado es hermosa, pudiendo ver todo desde arriba de manera fascinante.

— No puedo responder eso ahora. ¿Qué haces aquí?

Su contra pregunta me hace enojar, pero entiendo que mi enojo debe quedar en segundo plano luego de todo lo que él ha hecho por mi.

El Maestro → KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora