El Maestro → KOOKMIN

XI - Propuesta

Capítulo 11

  (Povs Jimin)

Moonbyul me deja en el departamento de Jungkook pasadas las 8:00 de la noche. Agatha se retira con ella en un paseo para distender la mente, tal vez para recibir explicaciones sobre los nuevos planes que le traería el futuro... planes que seguramente Jungkook también me explicará a mi.

Por algún motivo las piernas me tiemblan y nada tiene que ver con mi repentina renuncia, con el rostro asustado de mis compañeros, con la futura búsqueda laboral que me destruirá la mente. Mi vida está cambiando a pasos agigantados, pero yo solo puedo pensar en él, en él y en lo mucho que lo extraño.

Subo por el ascensor que tantas veces he utilizado, y al llegar al penthouse del último piso, grande es mi sorpresa al encontrarme con un Jungkook rígido pero aniñado, con ojeras profundas y marcadas por el cansancio, con el cabello largo y desaliñado... con una bata apenas atada a su cintura, cómo si estuviera dañado y listo para echarse a dormir por siempre.

— Se supone que aún estarías preso - le suelto sin más, y él sonríe de lado.

— Lo estuve... por algunas horas.

—Ustedes los delincuentes no sufren el peso de la ley como nosotros.

— ¿Delincuentes? Solo hago el trabajo sucio que la gente hipócrita se niega a hacer. Todos consumen drogas. Tú, sin ir más lejos, has consumido drogas. Las drogas son parte de la vida. Hay que aprender a lidiar con ellas. Solo eso - Jungkook habla firme y convincente, pero aún así, sigo sin creer del todo en sus palabras - Ven... te invito un trago. Moonbyul y Agatha se han ido de paseo. Hoy me enteré sobre lo ocurrido en la escuela. Taehyung habló conmigo.

— ¿Hablas con mi amigo? - pregunto falsamente sorprendido.

— Sé todo de ti Park Jimin. Estoy obsesionado contigo y tus amigos son parte de ese todo... ¿aún no lo entiendes?

— No es algo positivo que digas eso.

— Lo sé. Pero al menos soy sincero.

— Tu sinceridad va a matarme.

— Aún estás aquí, porque sabes que soy bueno.

— Aún estoy aquí, porque sé que eres mucho más que esto.

Ingreso al departamento y me dejó recibir con un suave beso en los labios. Estoy seguro de que ninguno de los dos sabe bien que es lo que estamos haciendo, pero dejamos que todo fluya de igual manera.

Jungkook me sirve vino y comienzo a tomar porque lo necesito, él también me sigue y ambos entramos en ambiente sin mucha ayuda. Quiere hablar, abrirse conmigo, y sé que está apenado porque su rostro no se mantiene inmutable como la mayoría de las veces.

— Tengo que mudarme a Corea lo antes posible.

— Lo supuse... - respondo con pena, su decisión es inteligente, pero me duele. Eso no significa más que perderlo a él y perder a Agatha.

— Sabes que mis negocios han caído, mi padre no va a salir jamás de prisión y esta vida no es lo mejor para mi hermana.

— Me alegra que lo notes.

— Siempre lo supe, maestro, pero no conocí otra cosa durante mi crianza. 

Me responde con una sonrisa pícara y fanfarrona, de esas que me erizan los vellos de todo el cuerpo. Se que Jungkook está asustado, porque jamás se animó a decir en voz alta que esta vida es demasiado incluso para él.