Neiths

Capitulo 4

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Dentro de la sala de la gran hacienda Madam Wen discutía con su esposo, ella claramente no se creería el cuento del gato que Wen Rouhan le dio, y haría todo en sus manos para que dejaran en paz a Wei Ying.

-Sabes bien que no fue ningún gato, a no ser que ahora te llames ¡Rouhan el gato!, y eso no es así, ¿verdad? - su enojo era evidente tanto en su cara como en su tono de voz, no podía dejar que cosas así pasaran en su propio hogar, no lo toleraría.

- ¿Es que ahora tú no me respetas, mujer? Soy tu esposo, no debes enfrentarme-

- ¡¿Cómo quieres que lo haga si no te ganas el respeto?! ¡Corriendo detrás de los esclavos por el bosque, ¿pero qué te sucede?! O es que ¿ahora me dirás que por casualidad estabas ahí, en el lugar donde seguramente tú mismo lo mandaste a estar, para que luego viera un gato y salió corriendo contigo detrás? -

-Corrí cuándo él corrió, no veo el problema-

-Bien, ya que sigues sosteniendo tu mentira no me queda otra opción, si me vuelvo a enterar que andas detrás de los esclavos, voy a dejarte, y espero tomes muy bien el peso de mis palabras, porque créeme, esposo mío, que puedo arruinarte hasta el fondo con todo el escandalo que armare, así que te aconsejo no provocarme...-

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-Perdiste una gran oportunidad, neith... pude darte todo, pudiste ser mi amante, hasta tu libertad te habría dado, pero decidiste desobedecer a tu dueño- Wen Rouhan lo tenia fuertemente agarrado del brazo en los jardines -Ahora envejecerás un poco en los trabajos duros, acabas de perder todo privilegio, dulzura... ¡Lan Wangji! – El alfa se acercó- Se muy duro con él, no contara con descansos. Castígalo de ser necesario- El Wen empujo a Wei Ying a los brazos del alfa, este de forma dura y fuerte lo agarró por los brazos.

-No se preocupe señor, yo me encargare de él tal y como ordena- Y tras decir eso comenzó a arrastrar a Wei Ying por los jardines para llevarlo a las zonas de cultivo.

Una vez estuvieron en los cultivos, como no había nadie que pudiera acusarlos, el alfa lo soltó con delicadeza, le toco los brazos y con pesar le dijo -Perdóname por esto- Dijo señalando sus brazos marcados debido a la fuerza ejercida - No tengo la intención de lastimarte, pero tengo que confesarte que me alegra mucho que el señor te mandara para acá, yo vigilo estos lados, no debes preocuparte por nada-

Wei ying sonrió genuinamente por primera vez en días con sus palabras.

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Wei wuxian prontamente se dio cuenta que prefería estar en los campos que dentro de casa, si, dentro podía ver a sus hermanos y conversar con ellos, por fuera todo era mucho mas libre, la gente era muy amable, rápidamente se hizo amigo de todos, además no tenia la mirada de Wen Rouhan sobre él todo el tiempo, el señor ni se aparecía por esos lugares.

Wuxian había escuchado del resto de neiths que el trabajo en campo era un horror, que el capataz Lan Wangji era un demonio frio y despiadado con todos los que estaban a su cargo, que no contaban con descansos, ni alimento hasta que terminaran toda su labor del día, pero con solo unos días ahí pudo darse cuenta de la realidad, Lan Wangji solo actuaba despiadado a los ojos de Wen Rouhan, si bien era un hombre de personalidad seria, su corazón era grande, cuidaba a todos los neith en el campo, les repartía frutas y agua, se podía decir que todos se cuidaban mutuamente allá.

-El señor lan es un hombre muy bueno a-ying, solía ser un joven de hacienda- La abuela Wen se convirtió en alguien muy importante para él, solían contarse chismes siempre que trabajaban – Su familia no apoyo su pensamiento abolicionista así que decidió alejarse, yo solía servirle a su familia por lo que lo conozco desde que usa pañales-