Capítulo 17

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Lejos del pueblo, en otra ciudad distanciada del bosque y sus alrededores, dos jóvenes montaban a caballo velozmente, tenían una carrera hasta el lago. A pesar de su espíritu competitivo sus risas se escuchaban por el aire pues nunca peleaban en serio entre ellos.

Llevando la delantera iba un alfa de camisa amarilla, su pelo recogido en una alta coleta y una marca roja bermellón decorando su frente, gritando a su competencia para molestarlo — ¡Como siempre detrás de mí, primito! ¡¡Ya se ve que te vas acostumbrando a perder, idiota!!­­­­­­­­­­­ —

El caballo a su siga pareció agarrar ímpetu con el comienzo de desespero del otro joven alfa vestido de azul —¡pequeño pavo real siempre tan presumido, ten cuidado no vaya a ser que tu enorme ego te haga caer! —tomando la riendas más fuerte cabalgó más rápido.

—¡caeré, pero en la victoria, pelos de escoba! — iban a la par, a solo instantes de llegar al lago que marcaba su meta, pero como broma del destino, una manzana cayó de un árbol cercano tentando a los caballos con su deliciosa apariencia, los cuales prefirieron detenerse abruptamente para correr hacia ella importándoles poco que sus jinetes salieran expulsados de cara hacia delante y directo hacia el agua.

Ni tiempo tuvieron de gritar ante la sorpresiva caída antes de terminar sumergidos completamente. Se apresuraron a sacar la cabeza del agua, aun procesando lo que acababa de ocurrir, sin terminar de comprender, voltearon a ver a sus caballos y los vieron pelear por comerse la manzana, volvieron a voltear esta vez a hacia ellos mismos para terminar por estallar a carcajadas por la ridícula situación.

Se dispusieron a salir del agua pues en su plan inicial nunca estuvo darse un baño y por dios, estaban congelados, pero no por eso menos divertidos —igual llegué antes al lago, Jin Ling, creo que se puede decir que la victoria es mía— se burló el alfa de saco azul mientras se lo quitaba para estrujarlo.

—¡oh cállate, hablador! — con fuerza el otro lo empujó de vuelta al lago ignorando sus gritos porque "¡ay, ya había estrujado mi ropa!" —solo porque tu peso te hizo caer antes no quiere decir que me ganaras, Lan Jingyi—

Jingyi le tiró su saco mojado a la cara para silenciarlo en venganza y sin tener de otra volvió a salir del lago para volver a intentar secar su ropa —ya quisieras tener mi figura, pollo desabrido— le respondió a las provocaciones.

Jin Ling bufó ante su respuesta — es mucho alarde para tan hueca cabeza — se burló. Se puso de pie para ir a buscar los caballos, luchando un poco para calmarlos antes de conseguir ambas riendas y llevarlos hasta un árbol cercano y asegurarlos ahí — a menudo me pregunto como tantas mujeres se fijan en ti, que mal gusto si se me permite decir— mencionó dándoles unos bocadillos a los animales.

—solo son los celos que tienes hablando, y no se porque, tú solito te alejas del amor—

—¿amor? ¿qué clase de amor hay en un acostón de fin de semana? Sabes bien que eso no es para mí, yo quiero algo especial— caminó para sentarse junto al otro quien se había acostado al borde del lago luego de dejar su camisa colgada.

NeithsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora