¿Chuuya...que estás haciendo?

663 74 2
                                    

Advertencia. Este one-shot es un omegaverse.

Había pocas cosas las cuales Chuuya no detestaba de ser un omega, la naturaleza se había puesto en su contra desde su nacimiento, pero a cambio fue bendecido con una habilidad realmente poderosa para eliminar a quienes se metieran con él. Nunca le faltaron elogios por su apariencia tampoco le faltaron pretendientes ya fuese para una cita en la casa de té que manejaba Kouyou o simplemente para tener una noche interesante en un buen motel, porque claro estaba que a un omega como el pelirrojo no se le podía llevar a cualquier lugar, muchos incluso se ofrecían a pagar por su compañía, independientemente de todo eso su corazón ya tenía dueño, un dueño muy celoso cansado de tener que ver como su pareja rechazaba ofrecimiento tras ofrecimiento y no lo mal entiendan claro que no quería que el omega aceptara aquellas citas solo era fastidioso ver aquello día tras día.

Para el joven omega conocer a Dazai había sido un giro de 180º a su vida, conocerlo significo más que solo dejar de vivir en los barrios bajos de Yokohama, significo un nuevo trabajo y un largo camino por delante donde haría amigos, conocería compañeros, descubriría cosas importantes de su pasado, perdería amigos y haría cosas que pensó que nunca tendría que hacer, después de todo ser un mafioso no es sencillo, había sido un camino largo pero no todo era malo.

Les había tomado muchísimo tiempo, muchísimas peleas tanto físicas como verbales, pero al final lograron darse cuenta de que lo que sentían uno por el otro era más que una simple atracción de un rato, les tomo otras tantas peleas lograr recuperar y mantener una relación estable para llegar al nivel en el que se encontraban, enlazados y viviendo juntos. Y finalmente todo aquello los llevaba a donde estaban en ese momento.

—Chuuya...— llamo suavemente el suicida a su pareja.

—¿Si? —contesto de lo más tranquilo el pelirrojo sin dejar de llevar acabo la actividad que hacía en aquel momento.

—Amor, ¿Qué haces?

—¿No es obvio?

—No, bueno si.

—¿Entonces? —volteo por un momento a ver a su pareja para ayudarle a quitarse el abrigo y volver a lo suyo con el abrigo del castaño en brazos —Este y este también.

—Si necesitas espacio para tu ropa podemos poner otro tubo para colgar la ropa no es necesario que saques la mía— el castaño siguió a su pareja por el pasillo principal de la casa.

—No se trata de eso tonto.

—¿No?

—Claro que no— el omega rio poco, pero la sonrisa se mantuvo.

La pareja entro en una habitación no muy alejada de la suya, las paredes eran de un suave color lavanda con algunas flores pintadas en colores oscuros, los muebles eran de color perla para mantener el equilibrio, en una esquina había varios peluches en el suelo sobre la alfombra, a esas horas del día entraba bastante bien la luz, pero no alcanzaba a dar directo en la cuna, la habían acomodado de forma específica para evitar la mayor cantidad de luz.

El pelirrojo se dirigió a cierta esquina de la habitación y dejo caer lo que traía en brazos, después se sentó con cuidado en el suelo para empezar a acomodarlo.

—Con que de eso se trata —el castaño observo las mantas y almohadas esparcidas por el suelo, pero cercas de la esquina, donde estuvieran al alcance del pelirrojo para cuando supiera donde ponerlas, sin embargo, había un cojín un poco mas alejado del resto así que lo levanto —¿te puedo ayudar? —inquirió suavemente mientras le extendía el cojín a su pareja.

El más bajo se quedó un rato observando lo que le era ofrecido, viendo la mano con la que era sostenido, esa donde brilla la argolla de matrimonio antes de tomarlo y hacerle un espacio al castaño —está bien, todavía le faltan algunas cosas, ¿Cómo se ve?

—Bastante cómodo—

—Espero que lo sea, pasare mucho tiempo aquí, tu cachorro es bastante inquieto —ante lo último el detective solo se rio.

Después de aquello los futuros padres pasaron el resto de la tarde terminando el nido de Chuuya. Desde que compraron aquella casa siempre les gusto esa habitación, pero era pequeña comparada con la principal y en realidad pasaban la mayor parte de su tiempo de ocio en ella, así que cuando se enteraron que serían padres decidieron que la convertirían en la habitación de su primer cachorro. Pasaron la tarde platicando tranquilamente cosa que no hacían muy a menudo finalmente al caer la noche se quedaron dormidos en ese cómodo nido.


~~~Notitas~~~

Buenas buenaaaaas, estamos de finalmente de regreso con algo corto pero de regreso, técnicamente ya terminé el semestre que casi me consume el alma (solo falta una materia por salvar raza, esto de volver a presencial no fue sencillo). Admito que me si me costo algo escribir este capitulo y no porque la temática no me gustara simplemente me siento oxidada jsjs.

Muchas muchas gracias a todos por sus lecturas, votos y comentarios me hacen muy feliz <3 

Hogar y otras historias soukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora