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Un poco de celos y felicidad.

Aunque Sanji y Zoro estaban juntos, no iban por el mismo camino, si, aunque estuvieran en el mismo restaurante para ver a sus crushs. Zoro estaba sentado muy cerca a la entrada para así ver mejor a Luffy trabajar, por parte de Sanji estaba cerca a la caja donde veía a la chica rubia y a su pelinaranja favorita trabajar duro.

Por la entrada, pasaron dos chicos, uno pelinegro y otro rubio, uno estaba lleno de pecas su cara y el otro tenía una cicatriz grande en su ojo derecho. Zoro los ignoro pero no por mucho cuando el chico de pecas llego por detrás de Luffy, abrazándolo y levantándolo por los aires, Luffy solo reía y aceptaba le abrazo.

El peliverde tenía mucha suerte que Sanji no estaba cerca para ver su expresión de enojo, también entraron otras chicas pero no les presto nada de atención, Luffy les abrazaba con mucho cariño a ambos chicos, a ambos les tomo de las manos y los entro dentro de la cocina, no pudo ver mas pero si podía escuchar las risas de esos tres, Zoro nunca había sentido algo como lo que estaba sintiendo, estaba enojado, molesto y quería ir de una buena vez a decirle a Luffy que se fuera con él. Nunca había sentido algo como esto.

Los celos siempre llegan tarde o temprano.

Por parte de Sanji, miraba maravillado la bella figura de Nami, con su cabello corto, mirada tranquila y sonrisa era maravillo, cuando llegaron dos mujeres, eran también hermosas, una era una chica de tez oscura y cabello azul mientras que la otra mujer tenía gran parte de su cabello rapado, Nami al verlas, Sanji noto como sus ojos brillaban.

—Nojiko! Bellemere san! —dijo con una gran sonrisa saliendo de la barra.

—Como finalmente nos diste la dirección de donde estabas ahora, no pude evitar venir a verte —dijo Bellemere, para luego darle una bolsa de cartón en las manos de Nami—. Ya hay mandarinas.

La pelinaranja estaba realmente feliz, pero a penas su madre adoptiva dijo, mandarinas, un chico de sombrero de paja salió de la cocina siendo mirado por sus hermanos, casi lanzándose sobre Nami solo para coger una mandarina.

—¡Nami dame una mandarina! ¡Solo una! 

—¡Que no Luffy! Son mías!

—¡Pero si son deliciosas!

—¡¡Así que eras vos el que me comió una mandarina de mi casillero!!

Nojiko se estaba muriendo de risa por la escena mientras que Bellemere apoyaba a su hija que le diera una golpiza a ese chico por comer sus mandarinas, Ace miraba la escena igual apoyando a su hermano que no se dejara ganar, por parte de Sabo podía sentir una mirada penetrante sobre él, al ver a la dirección de donde venía la mirada pudo ver a un chico de cabello verde disimulando un poco mirando su celular pero claramente su atmósfera era muy evidente que era de enojo, pero por que estaba enojado.

Ace en ese momento aliento a Luffy llamándolo, "vamos pequeño idiota!" y pudo sentir mas enojo en la mirada, ahora si que estaba mas confundido, ¿Quién era ese chico? ¿Por que les miraba con enojo? ¿Y que era de su hermano?

Al final de la pelea entre esos dos se calmo siendo Nami quien convencida por Robin le dio a Luffy una sola mandarina, el chico azabache llegando a la puerta de la cocina y ver a sus hermanos sonrió.

—Si ven que puede conseguir una, tomen un poco —dijo. Zoro estaba muy pero muy molesto.

Sabo miro la hora, ya iban a ser las cinco de la tarde, y su abuelo se enojaría si llegan tarde, tocando el hombro de Ace quien tenía un poco de mandarina en la boca para que mirara la hora, al verla trago rápido y vio a su hermano con una sonrisa.

—Luffy ya nos tenemos que ir, a qué horas necesitas que estemos acá? —pregunto. El azabache se quedó un momento pensando, dando una sonrisa a ambos chicos habló.

—Por ahí como a las 12; así haría dos horas extras, no les molesta verdad?

—Para nada, pero a quien si le deberías de tener miedo es a Gard, ese viejo si que da miedo a veces —dijo Sabo para luego morirse de la risa al ver la cara de susto de Ace y Luffy.

El chico de sombrero de paja les acompaño hasta la salida donde aún estaba un Zoro muy molestó, antes de despedirse, ambos chicos abrazaron fuerte a su pequeño hermano llenandolo de besos en sus mejillas y haciendo que la salida se llenará de risas, Zoro estaba que rompía la taza de café que pidió. Luffy con gran felicidad se despidió de sus hermanos quienes se alejaban.

Al momento de entrar fue sorprendido por la voz de Zoro.

—¡Zoro! No te había notado, ¿Desde cuándo estás acá? No me saludaste —dijo con una gran sonrisa, Zoro estaba muy serio pero el azabache no lo notó.

—No quise molestarte.

—¿Por qué? Hubieras aprovechado de saludar a mis hermanos. Eres mi amigo así que te tengo que presentar a Ace y Sabo, son muy geniales.

Hermanos

En ese momento Zoro estaba en shock; se sentía tanto estúpido como avergonzado; ¿Cómo era posible que tuvo esos sentimientos con los hermanos de Luffy? Pero en su defensa no conoce nada a Luffy así que, que podía saber que ese hermoso chico tenía hermanos. Lo malo es que se notaba que esos dos eran muy sobreprotectores con Luffy, disimulando su escena de enojo comenzó hablar con Luffy tranquilamente como todas las tardes.

Sabo estaba pensando mientras que Ace le hablaba sobre lo injusto que era el gerente de su hermanito.

—¿Me estás escuchando Sabo?

—Ne Ace, no notaste a ese chico de la entrada? Al que tenía el cabello verde y tres aretes.

—Si un poco, ¿Por qué lo dices?

—Tengo el presentimiento que a partir de ahora lo veremos siempre.

Ace en pocos segundos entendió lo que su querido hermano quiso decir, pero se negaba a creer que ese tonto quería algo con su preciado hermano pero otra parte de el lo calmó, Luffy es muy estúpido para darse cuenta de la gente que gusta de él. No ha notado a Boa Hancock que es una mujer hermosa que trabaja para su abuelo en el negocio, dudaba que notará los nulos intentos de conquistar de ese chico.

Así que era el de dónde venía esa mirada fría sobre ellos.

Un nuevo día en la universidad, Sanji estaba en los patios fumando un cigarrillo antes de entrar a clases, aunque era estrictamente prohibido fumar en la universidad, Sanji siempre se las arreglaba para fumar al menos un cigarro antes de sus clases. Ahí estaba mirando todo el patio verde, era una gran paz, recordando un poco el pasado, era entre malo y agradable para él, pero obviamente nunca podría olvidar las golpizas de sus hermanos y todo lo que hizo Zeff por él.

De reojo noto una cabellera azul, por un momento pensó que era esa hermosa chica de cabello azul como el cielo que se fue a principios de carrera, pero para su mala y buena suerte no, no era Vivi, era la chica que estuvo ayer por la tarde en McDonalds, la hermana de Nami.

Estaba sorprendido con la vida, quien diría que su futura cuñada estudiaría en su misma universidad, acercándose a ella pero sin su toque coqueto sino mas bien amable y serio al mismo tiempo. Nojiko cuando vio a ese chico rubio con su curiosa ceja lo reconoció al instante, era el mismo muchacho que Nami le hablaba por las noches y le mostraba fotos que ella misma disimuladamente le tomaba. Al tenerlo cerca habló.

—Sanji, ese es tu nombre ¿No? —pregunto. Sanji estaba sorprendido, ¿Cómo sabía de él? Lo noto en el local, no, estaba muy ocupada en reír por la escena de Luffy y su hermosa Nami.

—¿Cómo puede saber mi nombre una hermosa dama como usted?

—No tomes lo que te diré como esperanza, pero mi pequeña hermana me habló de ti, hasta fotos me ha mostrado que te toma disimulado, de te vez muy diferente estando solo que con tus amigos.

Fue así que Sanji consiguió una nueva manera de acercarse a su Nami, de esa manera, la podría conocer mejor, aunque cuando le escribía a veces era un poco fría, pero siempre leía y escuchaba sus notas de voz sobre la cartografía.

Nojiko le dijo que sin esperanza, pero ya la tenía ese rubio.

Pregunta seria, les gustaría ver un poco de escenas hornys acá? Una amiga está leyendo esto anónima (te estoy viendo zorra) y me comentó la idea, les gustaría? Personalmente no lo veo por acá pero les dejaré la duda a ustedes.

McDonald's RestaurantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora