Desde la ventana [Hoodie x Lectora]

ENTRY 1

Una noche de verano, la cosa más tranquila que hay, y más si vives en el campo, ¿No es así?
______, una estudiante de medicina, estaba estudiando en la noche, alrededor de la 1 am. Una estudiante ejemplar, para ser verdad, pero no tan ejemplar cuando se trata de hábitos saludable, lo cual era irónico en cierta forma.

En teoría, ahí estaba ella, con la puerta de balcón abierta para sentir la brisa de la noche, y ya que estamos, escuchar el sonido de la naturaleza, escuchar como la hierba se mueve, era un sonido muy relajante.

—Si termino esto.. Podré irme a la cama

Suspiró, mientras agarraba unos pocos mechones de cabello y lo ponía detrás de su oreja. Agarraba unas hojas que tenía escritos sus apuntes, no era del todo ordenado, pero se podía entender. Todo era tranquilidad hasta que escuchó unos ruidos en la habitación de al lado.

Se mantuvo callada, quizás era el suelo crujiendo o las ventanas, es normal escuchar esos ruidos en la noche, o eso pensó.

Al escuchar ya unos pasos, se puso atenta. ¿Qué tendría que hacer?  ¿Alguien entró a su casa?

Miró al bate de Béisbol que tenía, perfecta para defenderse de personas o fantasmas. Se levantó y lentamente fue al cuarto donde provenía ruidos, era el cuarto que utilizaba su hermano pequeño cada vez que venía a su casa.

En el marco de la puerta pudo divisar una silueta, la de un hombre, la cual se movía al rededor del cuarto buscando algo. 

_____ solo podía pensar una cosa ¿Qué tiene que hacer? ¿Golpearlo? ¡Sí, eso hará!

De un momento a otro, se encendió la luz, seguro porque la persona que estaba ahí, lo encendió sin querer. Y ahí estaba ______,  en el marco de la puerta con el bate de antes. 

Antes de que esa persona reaccionará, ella ya le había golpeado la cabeza, dejándole inconsciente. 
En ese momento cuando vio a esa persona en el suelo, pudo permitirse ver con detalle quien era y era bastante raro, porque esa persona llevaba una sudadera en verano, que eso no fue lo que más le extraño, obvio, pero era de resaltar. Lo que le llamó la atención en realidad era el pasamontaña, tenía cosido una carita triste en rojo.

Lo único que pensaba era "¿Qué iba a hacer?" muchas preguntas, pocas respuestas. Nunca le prepararon para esta situación en su vida.

Con dificultad, agarró al chico y lo llevo a su cuarto para después ponerlo en su cama.

—Mierda, mierda... ¿Qué hago? — miró su pasamontaña y se acerca más a él para después, quitárselo.  Era un chico de unos 20-25 años, de pelo castaño casi rubio, cara delgada y algo de vello facial.  Algo guapo, pero, no tenía el mejor aspecto del mundo, parecía más bien un drogadicto.

Pero, no duró mucho tiempo desmayado, porque en cuestión de minutos, ya estaba despierto. Al ver el rostro de ______ tan cerca, casi se cae de la cama.