-Tu eres mi hogar como yo soy el tuyo y donde ambos estemos el hogar siempre estará.
-¡Que no vez que trato de salvarte! Y no me importa lo que tenga que sacrificar, terminaré esto de una vez por todas.
S1. 14-15 años
S2. 15-16 años
...
La noche había sido inquieta, perturbada por el sueño inquietante de Nico. Aquella visión no auguraba nada bueno; cuando Bianca se fue, se llevó consigo una parte de Nico, aunque él jamás lo admitiría. Ahora, ella se había marchado de nuevo, y esta vez, su ausencia sería prolongada, una herida que tardaría en cicatrizar.
—Mio soldatino, te voy a cuidar —Lily le susurró con ternura, besándole la cabeza y abrazándolo con fuerza.
El frío del invierno había llegado al campamento, cubriendo el lugar con una fina capa de nieve. Ambos estaban bien abrigados, las mejillas enrojecidas por el gélido aire.
—Nico —le llamó Lily, atrayendo su mirada triste hacia la suya. Puso una mano en su mejilla, sus ojos llenos de preocupación—. No caigas, porque si caes, te llevarás un pedazo de mi corazón contigo.
—Lilian... —respondió Nico con una voz quebrada—. Mi hermana... —susurró—. No podemos seguir adelante.
—Sí podemos —insistió Lily, negando suavemente. Justo en ese momento, la puerta se abrió, y su hermano Percy entró con una expresión grave, cargando la noticia de Bianca—. Nos tenemos el uno al otro.
Nico la miró, y en sus ojos se reflejó la lucha interna que libraba. No podía permitirse caer, no aún. Tenía que luchar, aunque no supiera exactamente por qué, pero algo le decía que debía cumplir con su propósito, y necesitaba a Lily a su lado.
—Pasen —dijo Nico, cuando Percy tocó la puerta.
Al ver a Percy, la ira comenzó a hervir en su interior. Pero antes de que pudiera decir algo, Lily le tomó de la mano, apretándola suavemente.
—Percy —dijo Nico con una voz temblorosa.
Percy, con el corazón pesado, miró al niño abatido frente a él.
—Vamos a dar una vuelta, ¿vale? Tenemos que hablar —le dijo, con una mirada de culpa dirigida a su hermana—. A solas.
Nico iba a objetar, pero Lily negó con la cabeza, dándole su apoyo en silencio.
—Aquí te espero —le aseguró.
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Mientras caminaban por el campamento, Nico escuchó en silencio la noticia. Percy intentó explicar lo sucedido, cómo Bianca se había sacrificado para que la misión no fracasara, pero cada palabra parecía empeorar la situación. La culpa se apoderaba de Percy mientras entregaba a Nico la figura que Bianca había encontrado en la chatarrería, junto con una peineta en forma de mariposa para Lily.
