Nuestro hogar en el mañana || Nɪᴄᴏ Dɪ Aɴɢᴇʟᴏ(edición)

✨ Capítulo 9 ✔︎

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La vida a veces da vueltas inesperadas, pero para Lily y Nico, esas vueltas siempre eran desastres. La mala suerte parecía seguirles como una sombra, y para dos chicos de 14 y 15 años, aquello era una combinación explosiva.

—Entonces... —Nico habló, con un tono incrédulo, pero sus ojos estaban fijos en el hombre frente a ellos—. Nos dices que eres un dios.

El hombre, sin perder la calma, ascendió.

—Que ahora estás en la Tierra porque fuiste castigado, perdiste tu arma, te enamoraste, recuperaste tu arma, luchaste contra un ser poderoso y ahora buscas a tu hermano. —Lily terminó la frase, sin quitarle los ojos de encima.

El dios irritante, con una mueca que resultaba inquietante por lo relajado que era. —Exacto. Ustedes, los pequeños humanos, son tan curiosos.

Lily levantó una ceja, con una mezcla de escepticismo y resignación. —Claro, otro dios. —Sus palabras se arrastraron con sarcasmo—. ¿Qué quieres? O, mejor dicho, ¿de qué forma vamos a morir esta vez?

-¡Lily! —reprochó Nico, visiblemente nervioso.

—¿Qué? —respondió ella con un resoplido—. De algo me iba a morir de todos modos, ¿no?

El dios soltó una carcajada. Era un sonido profundo y reverberante, casi como si el mismo trueno resonara en sus entrañas. —Los semidioses son divertidos —dijo con una sonrisa, observándolos como si fueran piezas de un rompecabezas fascinante—. Hace milenios que no veía a un hijo de Hades. Y tú —sus ojos se fijaron en Lily—, eres casi un milagro.

Lily sintió un escalofrío recorrerle la espalda. — ¿Gracias? —preguntó con un nudo en la garganta.

—De nada —respondió, su sonrisa aún presente—. Pero, ¿qué hacen ustedes dos aquí, en el mundo mortal?

—B-bueno... ¿huimos? —dijo Nico, casi en un susurro, mientras su mirada buscaba una salida invisible.

De repente, una voz familiar rompió la atmósfera tensa.

-¡Lilian! —Ambos levantaron la vista al escuchar la voz de Tony Stark.

—T-Tony... hola —balbuceó Lily.

—Sombritas, siempre tan deprimido —dijo Tony con una sonrisa irónica—. Vaya coincidencia, encontrarnos aquí.

Lily y Nico compartieron una mirada incrédula. Florida debía ser su escape, su pequeño respiro de tanta locura, cuando llegaron al restaurante observaron muchas personas sospechosas, pero eso era el colmo.

—Esto es raro, Nico —murmuró Lily, sintiendo que el pánico empezaba a asentarse en su estómago.

—Claro que es raro —respondió Nico, casi sin aliento—. Es demasiada coincidencia que estemos en Florida, cuando la mayoría de ustedes viven en Nueva York. Sin mencionar que están aquí los héroes más importantes de la Tierra y el jefe de SHIELD.

— ¿Cómo es que ustedes...? —Lily dejó de mirar el menú, su incredulidad transformándose en alerta. Miró alrededor, como si pudiera ver a través de las paredes—. Chicos, primero que nada, Natasha y Steve nos han estado siguiendo desde una cuadra atrás. —Los señalaron discretamente, y ambos héroes bajaron sus menús, incómodos—. Y mientras tanto, el doctor Banner, la agente Hill y Fury nos han estado observando desde ese edificio. —Lily sacó de debajo de la mesa un pequeño dispositivo de escucha—. Y para colmo, aquí está Thor, con todo y su traje de batalla.