LIVIA'S POV:
Tres días. Ese era el tiempo que había pasado a partir de que habíamos llegado, desde que había surgido el primer enfrentamiento y aunque las dudas le estaban carcomiendo por dentro, Iván nunca mencionó nada de lo que había soltado Joel sobrio mientras le arrastrábamos por el hotel, como si nunca hubiera pasado y aunque era un alivio para mí, había otra parte que me impulsaba, como si una mano invisible me estuviese empujando a contárselo todo.
Estos dos días siguientes habían estado inundados de una calma mortífera, extendiéndose por el aire antes de que de verdad estalle la situación en mil pedazos de cristal, pero eso no había impedido que la planificación que Ada había llevado acabo no siguiera en marcha, por eso durante el segundo días visitamos el Teide y su Parque Nacional. Llegamos en coche hasta la base del volcán, donde se situaba el teleférico y colgados en la cabina observamos el gigantesco cráter y el árido terreno de tonos rojizos, con escasa vegetación y abundantes rocas que se extendía debajo de nuestros pies.
Hasta que llegó el día que había esperado poder esquivar o eliminar de cualquier manera posible. Mis compañeros de viaje no comentaron nada cuando bajé a desayunar con unas melancólicas y profundas ojeras que habían adquirido un tono violeta, ni siquiera cuando después de comer me volví a esconder debajo de las mantas, como si estas de alguna manera funcionasen como un escudo y eliminaran o bloquearan los recuerdos cada vez más vivos, como sucedían todos los 30 de diciembre desde su muerte.
Una oleada de culpa recorrió mi cuerpo, sacudiéndole como si siguiera en aquel coche arrastrado por el río, mientras el agua se colaba por la ventanilla delantera semiabierta inundando el vehículo, haciendo que los gritos de auxilio aumentaran.
De repente mis pulmones se cerraron a la vez que mi vista se volvía borrosa. Entré en pánico cuando empecé a escuchar el pitido ya familiar que hacía palpitar mi cabeza, inundándola de constantes ruidos y después apareció la infinita oscuridad que me abrazaba cada vez más fuerte, asfixiándome. Me senté en la alfombra a los pies de la cama apoyando la espalda contra esta a la vez que trataba de recordar las órdenes que me había dado la doctora si me volvía a pasar. Y volvería como lo había estado haciendo desde hacía cuatro años, desde el accidente que había puesto patas arriba mi vida, destrozándola. A través de la niebla que me tapaba la vista, dejándome ciega logré vislumbrar unos zapatos y haciendo de eco al pitido escuché una voz masculina cargada de un pánico que intentaba controlar, que decía una y otra vez:
-Concéntrate en mi voz, Livia.
Estaba en mis manos aferrarme a esa voz que deslumbraba como un halo de luz al final del túnel o dejarme sucumbir en la tentación que suponía dejarte llevar en la oscuridad. Ya había tomado mi elección.
-Respira e inspira, ¡eso es!- exclamó cuándo se dio cuenta que poco a poco le iba imitando.
Los latidos de mi corazón que antes golpeaban salvajemente mi pecho fueron tranquilizándose, recuperando el ritmo normal, la niebla que me impedía ver se corrió como si una ola de viento la hubiese barrido, lo único que no desapareció fue ese sentimiento de culpa que habitaba bajo las capas de mi piel. Levanté la vista para cruzarme con unos ojos de color chocolate que me observaban con una seriedad implacable, ya no había ni rastro del pánico que los había inundado antes pero la preocupación permanecía ahí.
-¿Desde hace cuánto los tienes?-preguntó.
-Desde su muerte-dije susurrando-los primeros años los sufría constantemente y ahora solo me pasa en este día.
Me miró. No quería que sintiera lástima por mí o me dijera lo mucho que lo sentía. No quería que me mirara como lo habían hecho mis amigas cuando mis padres se lo habían contado. Tras unos minutos en completo silencio las cuerdas vocales de Iván parecieron volver a funcionar y dijo:
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VIVIENDO UNA MENTIRA
Misterio / SuspensoUn viaje planeado desde hace mucho tiempo, un grupo de cinco adolescentes dispuestos a disfrutar de sus vacaciones de verano. Cinco entran en una fiesta pero solo cuatro salen vivos. Uno ha sido asesinado salvajemente. ¿Será como afirman los jóvenes...