VIVIENDO UNA MENTIRA

Tras la oscuridad de las sombras

AVISO: CAPITULO +18

Este capítulo contiene Escenas Sexuales Explícitas así que le bajo tu consentimiento.

La humedad corroía el lugar tal y como si se tratase de una enfermedad terminal y crónica, llenándolo todo de moho y bolas de polvo grises que se camuflaban con la recién oscuridad que amenazaba con tragárselo todo. Desde allí destacaba, sin embargo, diminutos puntos que daban un toque de luz, las estrellas, inapreciables en el centro de la ciudad, pero si en aquel suburbio donde no se tramaba nada bueno.

Aquel era el mejor sitio que incluso un niño pequeño te podría enviar para ver los cosmos si eras un apasionado de los cielos.

Antes sin nombre, ahora conocido como Bayvie, una mezcla entre el inglés y los fonemas de lo que debería haber sido "View" pero escrito según su pronunciación y aunque estaba gramaticalmente mal, nadie ni siquiera las autoridades o turistas de habla inglesa se habían quejado o pronunciado contra aquel nombre.

Su significado era pues "Vistas a la Bahía" ya que se observaban no solo las estrellas sino también el magnífico paisaje marino siendo las olas que rompían contra las rocas de los acantilados, arrasando la arena, siendo una música para los pocos que se atrevían a poner pies allí.

Años atrás de habrían encontrado la mejor explanada de tiendas y bares en ese lugar, así como salas de juegos repletas tanto por los habitantes y extranjeros, una explanada floreciente que fue sustituida por carreteras y ruidos de motores, dejaron de lado lo que les ofrecía aquel cacho de tierra que terminaron abandonando finalmente todos los habitantes, para dirigirse a la ciudad donde se desarrollaba el trabajo en las gigantescas y sucias fábricas donde se hilaba, construía y se fundía con fuego hirviente el hierro y otros metales. La situación fue cambiando de largas jornadas y salarios mínimos a un equilibrio para garantizar que los ciudadanos tuvieran vidas dignas hasta la situación actual.

Bayview, aunque para muchos estaba abandonada sin causa, otros vieron en ella una oportunidad. La oportunidad de tomar aquel terreno y hacerle suyo, expandiendo así los ideales de su ya numeroso grupo, conocido como "Templo Solar", con grandes propósitos. Siendo aquel lugar abandonado la excusa perfecta para ocultarse y mantener y llevar a cabo sus cuestionables formas de actuar a la hora de tomarse la justicia por sí mismos.

Se rumorea que en los años de su gran esplendor Bayview, cercano a un extenso lago había sido engullido por este debido a la gran cantidad de sangre derramada, tanta que, hasta la señora de los difuntos, la misma Muerte había tenido que succionar como alimento las almas de los caídos o dejar en el limbo a otros, manteniéndose así para siempre entre la vida y la muerte, convirtiéndose esto en la pesadilla de muchos.

Esta historia, deformada y transformada contándose por los padres a sus hijos a la hora de irse a dormir siempre mantenía un mismo final: el color escarlata que antes corría por sus venas se había fundido con el del lago, dando lugar a un monstruoso lago que no había dejado ni una parcela en la que posar los pies.

Pero esta no era la razón por la que nadie excepto solo un inepto y/o inculto se atrevería a traspasar la frontera que se había trazado, dividiendo los lugares volviéndolo a su vez casi inaccesible excepto para aquellos que lo conocían de los pies a la cabeza.

Sin embargo, a la persona que caminaba bajo la luz de la luna que a su vez le permitía ver el camino y perfilaba su figura no le preocupaban aquellas sandeces que quizá no lo eran. Se había criado allí, lo conocía mejor que así mismo, por lo que entró sin dificultades a aquel apartado espacio bordeando la pila de coches destartalados ya sin funcionamiento al menos no todas sus partes que luego si eran útiles ellos se dignaban a reutilizar dándoles una nueva vida.