Capítulo 13

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Cafetería del centro

Deslizaba de arriba a abajo el código del programa de antivirus por la pantalla de su computadora portátil, estaba analizándolo desde hace una hora y muchas cosas le hacían ruido. Muchas cosas para él eran innecesarias o erradas. No entendía, ¿por qué Sanji había descrito así los códigos?

Se dejó caer en el respaldo de la silla en donde se encontraba y distrajo su abrumada mente con las cosas a su alrededor. Primero enfocó su mirada en el café que hace tiempo estaba totalmente frío y del cual solo había tomado un sorbo, se enfocó en los chicos de la mesa a su lado que no paraban de reír y susurrar cosas de su vida escolar y finalmente repasó rápido la mirada por toda la cafetería notando que a pesar de la hora este se encontraba totalmente lleno y una larga fila no paraba de crecer en el mostrador.

Ahora se reprendía por haber elegido un lugar tan popular para trabajar.

Suspiró y volvió a enfocar la vista en su computador. Era un código muy valioso el que había obtenido del agente de sistemas.

"Los números binarios vuelven a ser caracteres fonéticos... las letras fonéticas se ordenan... al memorizarlas y aplicarlas crean nuevas secuencias de datos..."

Suspiró agobiado una vez más, le estaba costando mucho sacar información de esa larga lista de códigos.

"Este código tiene un huevo de pascua, es un código demasiado tosco que no tiene intención de ser usado en estos días, pero ¿por qué?..."

Antes de poder considerar respuestas a sus cuestionamientos dejó de mover sus diestras manos sobre las desgastadas teclas de su computador y se quedó totalmente inmovil sin comprender por qué de un momento a otro su computador había tomado la decisión de reiniciarse. Alejó lentamente sus manos sin saber cómo reaccionar y ladeó su cabeza esperando que algo sucediera, y claro que sucedió; ahora en su pantalla se proyectaba un mensaje que lo dejó helado.

_ Nunca te escondas detrás de tu computadora _

Repasó de nueva cuenta la mirada por todo el local e incluso se detuvo unos segundos más en la ventana panorámica que daba hacia las transitadas calles. Su corazón latía con dolorosa fuerza en su pecho. No había nadie cerca, eso lo tranquilizó un poco. Pero al enfocar de nueva cuenta la vista a la pantalla gritó lo suficiente alto para atraer algunas miradas curiosas, su computador se había apagado y no respondía.

"No, no, no, ¡mi trabajo!"

Suspiró frustrado y tallo su cara con sus manos tratando de tranquilizarse un poco. A los pocos segundos vio la pantalla del celular desechable a su lado iluminarse notificando que tenía un mensaje entrante. Ahogó un grito de frustración al leer el mensaje.

_ Azotea del hotel frente a la cafetería en 10 minutos _

Usopp evaluó sus opciones, ya lo tenían localizado así que era imposible salir huyendo, además si había entrado a su computador ya debían de haber copiado toda la información que almacenaba, y esa era información demasiado valiosa para dejarla en manos de otro. Si bien tenía copia de toda esa información no le parecía lógico que alguien más la tuviera.

No tenía escapatoria. Rió en voz baja, pensando que el estafador resultó estafado.

Con mejor humor, impropio de la situación, tomó sus pertenencias y salió del local rumbo al hotel que se encontraba cruzando la estrecha calle. Tuvo que rodearlo hasta encontrar el acceso del personal de limpieza y se coló con tranquilidad, seguía siendo invisible para cualquiera a su alrededor. Llegó hasta el último escalón de las largas escaleras hasta la azotea y suspiró antes de empujar suavemente la puerta y salir al exterior sintiendo al instante como pegaba en su rostro los nacientes rayos del sol.

¿Amor o Admiración? :San♡Uso:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora