[Final Del Acto]

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Gakona, Alaska.

Abrió sus ojos y enfocó su vista en el gastado techo del viejo departamento y vió volar y desaparecer en diferentes curvas y formas el humo del cigarrillo que estaba a punto de terminarse. Se removió tratando de acomodarse en el suave sofá donde estaba recostado y volteó su mirada al suelo cuando escuchó suaves pisadas de golpecitos secos. Se encontró con aquella vieja y extraña tortuga de Usopp, no entendía el por qué pero parecía que no le agradaba en nada a aquel animal ya que siempre buscaba oportunidad de morder la punta de sus zapatos, tal vez pensando que con eso le haría daño. Soltó el último humo que daba su cigarrillo y se levantó del sofá pasando a lado de aquel animal y decidiendo que buscaría otro calzado que usar.

Cuando terminó de cambiarse se adentró al cuarto de Usopp, aquel "centro de operaciones" en el cual se la pasaba el moreno trabajando. Lo observó de lejos en el marco de la puerta. Ya llevaba al menos 27 horas despierto y parecía empeñado en seguir hasta terminar.

—Ya son las 4 de la tarde— le dijo el rubio aún sin entrar, llamando la atención del otro.

—¿Cómo pasas el control de acceso de una universidad de forma remota?

Se acercó lentamente y paseó la mirada por los 4 computadores que estaban conectados entre sí. —Con un ataque de día cero— le respondió recargando su barbilla en la cabeza del otro, sin despegar la vista de las pantallas.

—Tiene sentido— sonrió —sutil.

Parecía dispuesto a seguir con su trabajo y el rubio no se movió de su cómoda posición. Tal cercanía ya no le sorprendió al rubio, hace días había notado que ambos habían desarrollado una estrecha relación sin darse cuenta, y le agradaba, le gustaba y calmaba estar con Usopp, distraídamente se preguntó si aquel sentimiento de cercanía era correspondido por el moreno. No se acabó el pensamiento con aquella suposición, más tarde le preguntaría directamente.

—Ya pasan de las 4— insistió con aquello ya que había sido ignorado.

Usopp se detuvo y volteó hacia arriba, conectando su mirada con el otro. —No quiero salir— le contestó.

—Llevas toda la semana sin salir del departamento— insistió esta vez dándole vuelta a la silla giratoria donde estaba sentado el otro y lo miraba desde arriba. —Muévete, saldremos.

Usopp hizo un puchero antes de seguir al otro hacia la puerta del departamento. El rubio había estado bastante tiempo encerrado desde sus problemas con el gobierno, y ahora que estaba con el moreno se negaba a estar tanto tiempo encerrado, se sentía sofocado si había más de tres días donde no salía a respirar el aire del exterior, y siempre que salía le gustaba arrastrar al otro con él. Le gustaba compartir ese tiempo con Usopp.

—Hace frío— se quejó el de rizos y se abrazó al otro buscando su calor.

—Debemos estar a 20 grados bajo cero.

El lugar donde ahora vivían era el centro de un pequeño pueblo, un lugar con poca población y donde el clima todo el año era frío y nieve. El lugar era tranquilo, y a ambos les gustaba. Se sentaron en una banca que encontraron en su paseo admirando su entorno en silencio, silencio que fue roto por el moreno inquieto.

—¿Funcionaría si uso un exploit para acceder?— le dijo mirándolo fijamente.

—¿Jamás dejas de pensar en informática?— recibió una negación con la cabeza, se le quedó mirando y se acercó más de la cuenta al otro —si funcionaría.

El otro sonrió ante su suposición, y para su asombro se vio apresado en un beso. Usopp no se movió y abrió los ojos con asombro, sus mejillas se tornaron aún más rojas y sabía que no era por el frío del clima —¿Y eso por qué?— exclamó en un susurro cuando se separaron.

—Quería hacerlo— se justificó el rubio.

Sabía bien que sus sentimientos eran correspondidos, el problema era que Usopp era demasiado distraído con sus sentimientos, lo último en que pensaba siquiera es si tenía hambre ese día y dejaba su mente divagar entre sus tantos trabajos que tenía pendientes, y le era difícil al rubio acercarse de una forma "romántica" al otro, algo que empezaba a ponerlo ansioso.

—Me gustas Usopp— aclaró ante el silencio, el otro podía haber jugado a ser el titiritero de una organización criminal, pero eran un inexperto cuando se trataba de relaciones sociales, algo con lo que el rubio llegaba a manipularlo. —¿también te gusto?— le preguntó con una sonrisa, disfrutando de la timidez del otro.

Solo asintió Usopp, pero eso era suficiente para el rubio para aventurarse por el segundo beso y muchos más. Pasaron el rato entre besos y abrazos hasta que que Usopp decidió pararlo.

—Sanji— le susurró un momento cuando se separaron —quiero volver a mi trabajo.

El rubio suspiró, tendría que esforzarse si quería ponerse como prioridad en la mente del otro. Si, aquello sonaba como un reto, sonrió internamente, se tendría que esforzar demasiado para lograrlo.

—Bien, volvamos. Pero esta noche no te me escaparas.

El otro ladeó la cabeza dejando en claro su confusión.

—¿Por qué? ¿Qué haremos esta noche?

Sanji tuvo que soltar una carcajada ante aquello —A veces olvido que eres un niño en estos temas— se paró de la banca y comenzó a caminar sin esperar al otro aun riendo a su paso.

—¿De qué hablas? ¡Oye, Sanji! ¡¿qué vamos a hacer esta noche?!

Los sentimientos estaban ahí, solo que los estaba confundiendo, estaba seguro de eso Sanji. Admiración y amor no es lo mismo sin embargo de una forma u otra, donde hay amor también hay admiración.






F I N




Gracias por aún tener fe en la historia T-T 

Final de publicación: 19 de octubre de 2023

AnnSowi80

¿Amor o Admiración? :San♡Uso:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora