Crepúsculo diferente

Sinopsis

Una pareja se encontraba observando una de las tantas películas de " Crepúsculo '' escrita por Stephanie Meyer, más por el gusto de la joven mujer; de corta cabellera negra, piel delicada y caucasiano, unos aproximados 19 a 25 años tal vez, de complexión mediana. Mientras que por el hombre, solo disfrutaba la película por las reacciones tiernas de dicha mujer; también corta melena, cabello negro y piel medio morena de complexión media, unos aproximados 19 a 23 años. Se encontraban mirando justo la parte en la que Bella baila con Edward en el baile de graduación.

—La única parte que envidio es ésta, qué ganas de entrar en un vestido así y que te hagan bailar sobre los pies del otro. —murmura la mujer mientras se acurruca en el joven, sonando infantil.

—Tal vez el día que nos casemos, bailaremos así, ¿qué te parece? —propone totalmente enternecido el hombre con una voz ligeramente varonil pero muy suave.

La mujer de cabellos cortos, deja ver su mirada castaño miel pero opacada por la oscuridad de la noche, cobijada en el calor que desprende su pareja, siente que el solo pensarlo sus mejillas se acaloran por la vergüenza. No estaba muy a favor de los casamientos, pero esta era la vigésima vez que hacía un comentario tan romántico con respecto al tema, su pequeño novio.

—H-hmm… si que tienes ganas de aguantarme para siempre, Thom. —murmura cohibida por la propuesta— Sabes que no me gustaría gastar dinero en algo así, pero me estas dando muchos motivos para caer en ello.

—Lo sé, mi pequeña Runa. Pero no pierdo nada con intentar ir hasta el fin del mundo a tu lado. —murmura a centímetros de los labios de su novia, aprovechando la poca distancia le roba un corto beso, dejándola muda y estática.

Runa sin duda era una mujer que buscaba controlar y nunca sentir que le faltara el dinero para ninguna necesidad, temía estar perdida si no lo tenía en equilibrio sencillas pero primordiales cosas en la vida. Sin embargo, al estar con su pareja Thomas, esa manía de gasto en el dinero y la preocupación eran sólo un tic defectuoso en ella, porque su pareja podía solventar cualquier capricho a su mujer con tal de verla feliz, para eso trabajaba y ganaba dinero, para disfrutar sin preocupaciones en la corta vida humana. Para lograr su primera misión relajar a su mujer con esas preocupaciones que eran tics del pasado que había tenido que vivir.

—mmmm… —un balbuceo débil producido desde lo profundo de la garganta, casi un sonido nasal, es lo único que pudo hacer llegar a los oídos la joven mujer. Para luego ocultar su rostro de la mirada de su pareja.

—Eres una hermosa mujer, nunca me cansaré de decírtelo.

—Y-ya veo…

Thomas sonríe victorioso por haberla dejado cohibida y avergonzada, amaba ser la debilidad de su mujer. La única primera y única novia de toda su corta vida, amaba tenerla tan tierna y toda para él, solo suya.

La mirada curiosa y avergonzada de Runa nuevamente volvió a la película, mientras sentía como su pareja la volvía a apachurrar entre sus fuertes brazos.

—A-algún día vayamos a Forks, quiero ver la naturaleza y por un momento sentirme parte de aquella mágica historia.

—Si eso es lo que deseas, con gusto te acompañaré, preciosa. —acepta curioso por aquella promesa de viajar juntos en algún momento— Aunque primero debemos encontrar la forma para que puedas hablar y entender sin problemas el inglés. —comenta recordando la nula capacidad de aprendizaje e interés al idioma que tanto ama.

—Algunas cosas entiendo… solo que no se hablar fluido como tu. ¿Por qué debo aprender si te tengo a ti para que me traduzcas ? —pregunta con voz infantil, con un puchero tierno mirándolo.

El hombre flaquea en aquel gesto tan tierno e infantil de su pareja y no logra evitar robarle un beso en la sien.

—Porque nunca se sabe cuando vaya al baño y no pueda estar contigo. —contesta bromeando un poco.

Tal vez desde que se conocían compartían todo juntos, pero en el único lugar que su pareja siempre daba espacio era a la hora de las necesidades principales del cuerpo y cuando había crisis diarreicas. Aunque en el resto del tiempo, no deseaba siquiera separarse o dejarla sola por mucho tiempo, la cuidaba mucho.

—Tienes razón… aprenderé lo necesario pero… si me da sueño ya sabes que no es porque no respete tu amor por el inglés, sino… porque no nací para comunicarme con aquel idioma.

Thomas sonríe divertido, y vuelve a besar a su dulce y pequeña pareja. Le decía pequeña por las manos delicadas que poseía al igual que las reacciones y comportamientos que tenía en distintas situaciones libre de presión.

—Está bien, creo que con eso me sirve.

—Ah~ —bosteza suavemente con sueño Runa, totalmente con sus ojitos nublados en ello—, creo que hoy no veremos todo. Tengo sueño.

—Mejor vayamos a la cama, te dejaré dormir y en otra la vemos todo, ¿le parece, mi pequeña niña? —pregunta curioso y endulzado con ternura.

—Shi.

—Entonces a dormir. —agarra el control, apaga aquello. Y luego la suelta brevemente antes de volver a pararse, pero agacharse ligeramente a una altura necesaria— Sube, te llevo.

—Te lastimaré la espalda, Thom.

—Claro que no, vamos. —insiste.

Con un puchero e insegura, prosigue en la petición de su pareja para luego aferrarse con cuidado al cuello de su hombre.

—V-vamos con cuidado, ah~

El bostezo no dejaba de brotar por los labios de la mujer, haciendo que por reflejo rozaran el oído del hombre que se carcajea por reflejo a las cosquillas.

—Aaaa… amor… pa-para. Jajajajajaj —hace un chillido para nada varonil para luego romper en risas.

La mujer sonríe de lado, y se acurruca nomás en la espalda de su novio.

—Ahre caballito~

Ambos parten a la habitación en dirección a un buen sueño fortuito y relajante para ambos, pero lo que ninguno sabe es que pronto su normal vida sería puesta a prueba llevándolos lejos de la realidad hacia la fantasía. Al mundo y universo fantasioso de Crepúsculo. Todo por aquella petición tan especial y deseosa se cumplió un aventura irreal de una fanática.