NUESTRA REALIDAD © M-PREG

Parte 11

Nunca creyó que volvería a despertar en brazos de Derek Hale. El alfa dormía profundamente mientras lo sostenía abrazado contra su cuerpo. ¿Y su pequeño? Bueno, el cachorro estaba dormido boca abajo sobre el torso del hombre lobo.

¿Quería permanecer ahí más tiempo? Sí, se sentía en paz y tranquilo. Quería atesorar ese momento para siempre en sus pensamientos. ¿Era eso mucho pedir? 

Lo era, porque esa no era su casa, esa no era su ropa y él no era... suyo. El corazón se le comprimía ante sus propios pensamientos. Ver a su cachorro dormir tan tranquilo en brazos del alfa, y sentir ese calor del cuerpo ajeno le hacía anhelar una vida de ensueños.

Cerró los ojos por unos segundos más intentando alejar las lágrimas de sus ojos, pero fue tarde, el alfa ya se había despertado.

—¿Te duele algo? —preguntó levantándose con cuidado. Acostó a Leo al lado de Stiles y este negó acariciando a su pequeño despacio —Stiles —llamó pero el castaño no pudo mirarle. —Sé que probablemente soy la última persona a quien quieres cerca, pero... —

—No lo eres —interrumpió con la voz quebrada —Tuve tanto miedo Der —admitió acurrucándose al lado del cachorro. 

Derek quizo abrazarle y no soltarle nunca más, por nada del mundo. Pero se contuvo y solo levantó una mano acariciando algunos cabellos en su mejilla.

—Está todo bien ahora Stiles, él no va a volver a buscarlos —

—No puedo creer que... —se detuvo y cerró los ojos dejando que algunas lágrimas salgan —Soy un idiota, puse en peligro al bebé y...—

—Stiles —llamó el lobo inclinándose —Todo está bien, están a salvo ahora y nada va a pasarles ¿entendido? Están conmigo.—

Se miraron fijamente y el castaño pudo sentir la electricidad entre ambos cuerpos, quería tirar de él y volver a probar sus labios, pero sería un error. 

—Voy a ir por algo de comida a la ciudad, y... puedes usar ropa mía —ofreció irguiéndose de vuelta Derek —Voy a llamar a tu papá en el camino también...—

—Tengo un bolsón de emergencia en el jeep —dijo acomodándose entre las sábanas de nuevo —No estoy rechazando tu ropa, pero... no creo que sea lo mejor que todos me vean usarla —murmuró y el mayor sonrió de lado saliendo de la cama

—Me alegro que no la estés rechazando, me sentiría herido —bromeó —¿Puedo traerte el desayuno a la cama? ¿Qué le preparo a Leo? —

—Derek —llamó el castaño sentándose —Aún... —comenzó y suspiró mirando a su pequeño dormir —Aún no lo conoces oficialmente —

El alfa se queda estático a unos pasos de la cama y sabe perfectamente a que se refiere, pero no sabe qué hacer. 

—Acércate —pide, el otro lo hace y sube a la cama de vuelta acercándose a ellos. Stiles le pide una mano y cuando la tienen juntas la baja sobre la pancita del cachorro —Su nombre es Leonardo, por... 

—Da Vinci —dice el lobo, Stiles sonríe al sentirse descubierto

—Exacto—dice con una tranquilidad poco propia. Derek le mira maravillado unos segundos y luego baja la mirada al bebé —Es tu hijo, y es un lobo también—le cuenta en murmuros —Tiene los ojos verdes, el cabello negro y come un montón —bromea con una sonrisa. Derek sonríe también y acaricia al pequeño mirándolo como si fuera lo más hermoso del universo. 

—Y es mi hijo —dice en un suspiro con una voz que ni él mismo podía reconocer. Decirlo en voz alta era un sentimiento completamente nuevo. —Mío... —repitió inflando el pecho de aire. Stiles lo miraba con un brillo en los ojos que casi le hizo besarlo.