NUESTRA REALIDAD © M-PREG

Parte 12

Sus miradas se cruzaban tímidamente mientras Stiles preparaba el desayuno, Derek tenía a Leo sentado en su regazo comiendo puré de banana mientras que él terminaba de preparar la fórmula, y al mismo tiempo comía una tostada con mantequilla intentando calmar su hambre.

—¿Todavía? —pregunta Derek dándole el último bocado al pequeño —Era la última banana Stiles —avisa. El castaño no puede evitar reir y voltea a mirarles. Derek parece alarmado y eso le causa más gracia. 

—Está listo —dice agitando el biberón. Leo le mira como si supiera lo que viene y se inclina al frente intentando ir junto a Stiles. 

—Genial, como ya no tengo comida entonces vayamos con papá —murmura sarcástico. Stiles toma a Leo en su regazo y le da el biberón, el niño hace lo suyo solo y cierra los ojitos en los brazos de su papá. —¿Quieres café? —pregunta el alfa poniéndose de pie

—Me lo sirvo yo, tranquilo —Stiles intenta levantarse pero el mayor no lo permite. Le hace permanecer en su lugar y le sirve una taza de café. Stiles agradece con una sonrisa y lo bebe. Derek le prepara otra tostada con mantequilla y se la deja en el plato enfrente. —Gracias Derek —

El ojiverde asiente avergonzado y suspira parado a un lado. Leo toma del biberon tan tranquilamente que no puede evitar quedarse mirándo. ¿Todos los bebés son así de tranquilos? La nostalgia de lo que habrá sido el embarazo de Stiles le invadió y confirmó lo que ya sabía, fue un error no vivir esa experiencia a su lado. —¿Quieres intentarlo? —pregunta Stiles quitándolo de sus pensamientos. El lobo le mira unos segundos sorprendido y dudoso.

—¿Puedo?—

—Claro Der, vamos —dice empujándolo a la silla más cercana.

Lo obliga a sentarse primero, luego coloca a Leo en sus brazos despacio, y finalmente le devuelve el biberon, algo que el cachorro acepta sin peros y sigue tomando. 

—Solo necesita un lugar seguro y bebe solo mientras dormita —dice mirando a su pequeño. Derek tampoco puede apartar la vista, pero Stiles necesita respuestas. —Entonces... —comienza sentándose frente al lobo. —¿Por qué tienes cajones repletos de ropa para bebés? —pregunta. Derek asiente sin dejar de mirar a Leo

—Planeaba recuperarte —dice para sorpresa del castaño.

—¿Qué se supone que eso significa? —

—No creo que tenga demasiadas definiciones Stiles, no es muy difícil... —

—No puedes venir a decir algo como eso después de tanto tiempo —

Stiles se pone de pie con un enfado repentino y lleva los cubiertos a la pileta. Derek suspira desde su asiento y simplemente se queda en silencio.

—¿Qué se supone que hiciera entonces?— pregunta el lobo después de unos minutos sin que ninguno dijera nada.

—¡¿Y qué se supone que haga yo ahora Hale?! —exclama apretando la toalla para bebé en su mano —Maldición —suelta y Leo se remueve alejando el biberón y comenzando a llorar. 

Stiles respira profundo y aleja las lágrimas que se forman en sus ojos, escuchar llorar a Leo siempre le parte el alma. Avanza y toma al niño con cuidado comenzando a mecerlo y tararea una canción de cuna.

—No podemos hablar mientras estés a la defensiva —

—¿Yo estoy a le defensiva, en serio Derek? —pregunta y se va a la sala con un nudo en la garganta. Leo sigue llorando con pequeños hipidos en su cuello y le dificulta más calmarse de ese modo. —Tranquilo... está bien, está bien —dice y respira profundo. Derek llega a la sala también y les mira fijamente sin decir nada.

—Los quiero de vuelta, a ambos. Nada va a cambiar eso —dice rotundo y con toda la seriedad que nadie creería que Derek Hale tuviera.

Algo que Stiles había olvidado era que su papá es el rey de los inoportunos, antes de que pudiera contestar al alfa, alguien golpeó la puerta frenéticamente alterándo sus sentidos. El ojiverde le dijo de quien de trataba antes que Stiles pudiera entrar en pánico.

—Voy a matar a ese infeliz —fue lo primero que dijo el sheriff abrazando a su hijo fuertemente.