Dede
Mis hermanos se marchan para concretar la maldita reunión y vuelvo a quedarme sola. ¿Que hago mientras ellos están planeando y yo en un hotel sola con barra libre? Tomar malas decisiones, obviamente.
La chica del bar me sirve una copa de vino y salgo a la terraza a tomar aire. El aire caliente me golpea en la cara y me llevo el vino a los labios. El sabor afrutado del vino me refresca pero el ambiente se siente más pesado cuando unos pasos me obligan a girarme y achino los ojos. Creo que me está siguiendo.
-Buenas noches.
-Buenas noches.-Su estilo sofisticado me gusta. Aunque me gusta más como me mira.
-¿Me estás siguiendo? Sé que soy guapo pero no me gustan las acosadoras, prefiero las mujeres claras.
-Creo que el único que está siguiendo a alguien eres tú.-Clavo mi dedo en su pecho duro y después me señalo a mi misma.-A mi. Yo he llegado primera y has venido a interrumpir mi momento de soledad.
Se mantiene en silencio frente a mi y lo observo. Sus labios se mantienen en una línea recta y sus ojos viajan hasta mis dedos que acarician el borde de la copa lentamente. Bebe de su vaso sin apartar la mirada de mis ojos y me obligo a mirar a otro lado. Parece que me está examinando queriendo determinar algo o buscar una respuesta pero su semblante serio no cambia en ningún momento y es imposible saber si ha encontrado lo que buscaba.
El chico misterioso se coloca a mi lado y siento que se me va a salir el corazón con los nervios. No entiendo esta sensación que causa en mi pero estoy segura que no están bien.
-¿Solo has venido a beber?
-He venido a visitar a mis padres.-No miento.-¿Y tú? Parece que hayas venido por trabajo, te he observado antes con esos hombres.
-¿Me estabas espiando?-Enarca la ceja y niego.
Me siento tan diminuta a su lado. Es muy alto, diría que entre uno noventa y dos o noventa y cinco. Su altura me intimida bastante. Su apariencia. El aura que desprende. Sus ojos. La forma en la que me mira. Los nervios que está causando en mi. Todo eso me intimida aún más.
Se supone que soy una adulta y no es raro que alguien se acerque para entablar una conversación aunque solo se esté mofando de mi. Tampoco me siento mal por como me mira y eso si es algo que está mal. Estoy comprometida con Jason y nos queremos no tengo porqué confundirme con este tipo de hombres.
-¿Te gusta Coldplay?
Amery me mira confundido por mi pregunta y saco mi móvil para poner la canción que se me viene a la mente. Me siento a la perfección con ella. La música llena la terraza y doy vueltas sobre mis pies riéndome sin ningún motivo.
-¡Vamos chico de la barra! ¡Baila conmigo!
Extiendo mi mano y no duda en sujetarla para seguir mis pasos. Me gusta el calor que desprende su cuerpo cuando me toca. Me gusta como reacciona mi piel ante él. Y me gusta esta sensación de estar viva, aunque solo dure el tiempo del efecto del alcohol.
You said drink from me, drink from me
When I was so thirsty
Pour on a symphony
Now I just can't get enough
Put your wings on me, wings on me
When I was so heavyAmery me dedica una encantadora sonrisa y le devuelvo el gesto. Es la primera vez en tanto tiempo que me siento completa y es en brazos de un desconocido.
Canto hasta dejarme la garganta para que el mundo se entere de que estoy feliz. Me siento bien al lado del chico misterioso y me gusta.
Su brazo pasa por mi cintura y damos vueltas mientras me rio con la música de fondo. Sintiéndola hasta la última nota y llenando mis pulmones de felicidad, de esa que no sentía desde la última vez que abracé a mi madre. De esa que te reinicia por completo y te llena el alma. De esa que te hace sentir viva.
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Waves
RomansAmery Waves El aniversario de la muerte de sus padres la lleva hasta Cinque Terre, la costa italiana. Dede, una mujer independiente, comprometida y dulce no es consciente de que esa noche será el inicio de su nueva vida. Un legado que defender está...