El calor me despierta y me siento asqueada con tanto sudor. Huelo a puro sexo y mi cuerpo sólo está cubierto con una camiseta negra. No quiero levantar la cabeza para darme cuenta del error que cometí anoche pero los recuerdos pasan por delante de mi como si fueran las mejores escenas de mi pobre vida. Acabo de arruinar mi futuro matrimonio por una noche de sexo con un hombre posesivo que me folló hasta que mi cuerpo no podía más.
¿Valió la pena? Si hubiera estado soltera claro que sí.
Joder, solo de pensar en sus besos, como me mordía, como me tocaba y me susurraba una y otra vez que se moría por estar así, hace que mi cuerpo se caliente y mi entrepierna se empape, aunque no sé si en algún momento estuvo seca desde la primera vez que hablamos.
Los efectos del alcohol también me golpean cuando el dolor de cabeza es insoportable. Soy una maldita irresponsable.
La cama está vacía y suspiro de alivio. No sé qué cara poner después de la noche de sexo desenfrenado donde solo gritaba su nombre una y otra vez. Si mi madre estuviera viva se sentiría muy decepcionada de mí en estos momentos.
Busco mi vestido y los zapatos. El agua de la ducha hace que me de prisa en buscar mis cosas y también que me caiga de bruces. ¿De donde ha salido esa botella? Me coloco el vestido y los zapatos justo cuando el agua para de caer y mi corazón se para. No recuerdo muy bien su cara pero me da vergüenza plantarle cara al hombre con el que arruiné mi matrimonio. ¿Debería dejarle una nota diciéndole que me estaban esperando y tenía prisa? No creo que tenga tiempo ni de buscar papel.
Salgo de la habitación sin hacer ruido y me recojo el pelo camino al ascensor. ¿Con que cara voy a mirar a mis hermanos? Antes de pulsar el botón del ascensor miro el número. Es mi planta, joder. ¿Lo llevé a mi habitación? Nayla me va a matar.
Busco mi habitación por el pasillo y me entra el pánico cuando la puerta de al lado se abre, sí, esa en la que he pasado la noche abierta de piernas. Entro en mi habitación a la velocidad de la luz y Nayla me mira preocupada a través del espejo. Su imagen no tiene nada que ver con la mia. Ella está arreglada, con el pelo limpio y huelo desde aquí su loción. Yo tengo el pelo enmarañado, lleno de arena, huelo a whisky y a sexo mientras que mi dignidad está en la habitación de al lado junto a mis bragas.
-¿Donde estabas? Mejor no me lo digas, huelo desde aquí la borrachera que te hizo acabar en la playa y posiblemente te quedaras dormida.-Asiento. Menos mal que su versión es más creíble que contarle la verdad.-Te has perdido lo más interesante del viaje. Los de al lado se han pasado la noche follando y ella no paraba de gritar su nombre y que la follara. Creo que han parado a las cinco de la mañana o así. Ese chico debe de estar bien dotado como para hacerle gritar así.-El calor se apodera de mi cuerpo y mi cara es igual de roja que la nariz de Rudolf.
-¿Tanto ruido han hecho?-Busco mi ropa en la maleta para darle la espalda y quitarme este horrible olor a sexo. Mi hermana nos escuchó follando. Corrijo. Me escuchó gritar mientras el hombre desconocido me follaba.
-Ni te lo imaginas.-Se sienta en la cama y no aparta su mirada sobre mi.-Estuve apunto de unirme.-Bromea o eso espero.
-Eso ha sonado muy asqueroso.-Me encierro en el baño pero me sigue para seguir comentando la situación.
Estoy empezando a sopesar que sabe que la que gritaba era yo y se está riendo en mi cara.
-No sé que haces con Jason en la cama pero te prometo que nunca habrás gritado como esa chica anoche.
Y tiene razón.
-¡Oye! Yo hago el amor con mi prometido.
-Por eso siempre llevas esa cara de insatisfecha.-Rueda los ojos y se va dejándome con un signo de interrogación en la frente sopesando lo que acaba de decir.
¿Acaba de decir que me aburro con Jason en la cama? Él y yo nunca hemos 'follado' siempre ha sido todo muy romántico y creo que eso fue lo que me enamoró de él. Pero el chico misterioso......me ha dejado con ganas de más y creo que no me saciaría de él jamás. Me pasaría el resto de mi vida gritando su nombre por las noches mientras me.......
Pongo el agua helada y nada sirve para bajar esta calor. Debe ser la resaca.
-¡Date prisa tenemos que dejar la habitación!
Solo espero no volver a encontrarme al chico misterioso, por lo menos por hoy. ¿Con que cara lo tendría que mirar? Y lo peor de todo es que no me siento mal.
Debería de sentirme culpable por hacer algo así pero no siento nada. Debería estar mal, joder debería de estar llorando. Pero no me siento así, me siento bien y feliz. Fue raro sentirme tan bien y completa en los brazos de un desconocido pero parecía que tenía mi cuerpo estudiado. Me besó cada parte que me gustaba, me tocó de una manera increíble y por si fuera poco no le bastó hasta verme satisfecha y dormida en su cama.
Archivo esta noche en el último rincón de mi cabeza como 'el mejor polvo de una noche de toda mi vida'. Después de dejar este hotel mi vida será la de antes como si nunca hubiera estado con otro hombre que no sea Jason.
Amery
Dede Hill.
Mi dolor de cabeza desde el momento en que la vi y la ruina de mi vida. Joder, toda la vida en la sombra odiando al ser más inocente de la faz de la tierra para que una simple sonrisa derribe los prejuicios.
Mi padre siempre hablaba de los Hill como sus mayores enemigos. Desde el primero hasta el último. Solo por llevar ese apellido ya era odiado por mi padre. Me inculcó desde pequeño ese odio sin conocerlos pero Dede hizo que me olvidara de todo. Sus ojos achispados en nuestra primera conversación y su sonrisa cuando me besaba.
Llevo más de diez años investigando a los hermanos, recopilando información, estudiando sus movimientos y siguiéndolos desde las sombras tal y como mi padre me enseñó. Ahora todo el legado es mío y lo defenderé con mi propia vida. Ellos mismos me pusieron en bandeja al corderito desprotegido y ahora que lo he probado no pienso soltarlo.
Solo quedan tres semanas para la ansiada reunión y para reunirme de nuevo con mi objetivo. Mi padre les arrebató el negocio y yo les arrebataré la joya sagrada de la familia.
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Waves
RomanceAmery Waves El aniversario de la muerte de sus padres la lleva hasta Cinque Terre, la costa italiana. Dede, una mujer independiente, comprometida y dulce no es consciente de que esa noche será el inicio de su nueva vida. Un legado que defender está...