Un niño

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Después de concretar durante una semana los detalles de la boda mi prometido no aguantó más presión y lleva dos días sin aparecer. Me gustó someterlo a tanta presión y ver que no aguantó nada, incluso le pedí un café de Starbucks y casi nos asesina en el camino cuando se tuvo que desviar.

Rose me espera en el salón con un niño agarrado de su mano. Le pedí que trajera a su nieto para conocerlo y poner en práctica mis años de carrera. Rose me dijo que necesitaba una educación más específica por su situación pero no puede permitírselo por eso quiero ayudarla y aprovechando que Amery no está hoy empezaríamos con su ayuda.

-¡Hola! Soy Dede. Tú debes de ser el pequeño Luke ¿cierto?-Asiente.

Me pongo a su altura y el pequeño se esconde detrás de su abuela. Rose intenta que se acerque pero el niño se niega.

-Tengo muchos colores para dibujar ¿quieres verlos?-Asiente entusiasmado y por fin consigo que se acerque.

Un rato después el salón está lleno de colores y papeles por todos lados mientras que la risa del pequeño Luke inunda la sala.

Luke ha sufrido bastante y aunque no se quiera mostrar se le nota la diferencia con otros niños de su edad. Lo está pasando bastante mal y Rose lo ayuda en todo lo que puede pero necesita terapias que no son nada baratas.

El estruendo de la puerta nos hace sobresaltarnos y Luke se esconde detrás de mi atemorizado. Amery aparece dando zancadas y cuando nos ve su cara cambia a un enfado mayor.

-¿Se puede saber de donde has sacado un niño?

-Es el nieto de Rose.

-¿Y dónde están sus padres para que lo cuiden? ¿Acaso eres su madre ahora? ¿O es que esto es una casa de acogida?

-¡Amery! Se lo pedí yo y llevamos toda la tarde jugando.

-Quiero a ese niño fuera de aquí.-Intento decir algo pero me corta.-¡Ya!

Su grito me hace retroceder y miro al pequeño Luke que tiene lágrimas en los ojos. Solo quería ayudarlo y creo que todo ha empeorado. Lo dejo con su abuela porque mi marido y yo tenemos una discusión pendiente.

Abro la puerta de su habitación y escucho el agua caer. Entro sin permiso y está completamente desnudo bajo el agua. Los músculos de la espalda están demasiado tensos y la fuerza con la que se enjabona me dice que está muy enfadado, demasiado.

-¿Por qué me has gritado delante de Luke?

-Dede, sal de aquí.-Su voz suena cansada pero no me voy a dejar pisar ni mucho menos que me hable así.

-Te he hecho una pregunta. No tienes ningún derecho a hablarme mal ni a gritarme y menos delante de un niño.

-Un niño que no es bienvenido. No quiero que traigas a nadie sin consultármelo antes y no quiero niños. Lo rompen y lo estropean todo.

-Luke no ha roto nada solo hemos....

-No me importa lo que hayáis hecho.-Apaga el agua y sale quedando frente a mi.-He dicho que no quiero niños y punto.

-Estás siendo un egoísta. ¡Luke lo está pasando mal y necesita ayuda!

-¿Y se la vas a dar tú?-Su tono me duele.-¿Ahora te vas a convertir en madre?

-Eres un imbécil.

Trato de marcharme pero me coge por la muñeca. Ni siquiera me molesto en girarme solo espero a que diga lo último.

-No vas hacer lo que te dé la gana, tendrás poder pero jamás más que yo.

-¡Tendrás todo el poder que quieras pero tengo voz propia! ¡Y si voy a vivir aquí porque me has secuestrado y eres un demente yo también tomaré decisiones en esta casa! ¡Y si quiero traer a un niño porque necesita ayuda lo haré! No me subestimes Amery.

No sé de donde ha salido toda esa furia pero mi pecho sube y baja mientras él solo me observa. Si abre la boca y dice algo lo asesinaré con la cuchilla de afeitar.

-También tengo derecho a tomar decisiones y decidir con quien pasar el rato. Ese niño necesita ayuda que yo le puedo brindar porque Rose no se puede permitir el tratamiento. Solo quiero ayudarlos....

-Estás loca.

-¿Que yo estoy loca? ¡Tú fuiste a mi casa a secuestrarme! ¡Tú me tienes aquí sin poder relacionarme con otras personas!

-¿Quieres irte? Adelante, hazlo.-Señala la puerta y siento un calor horrible por el enfado.-No te voy a subestimar, quieres marcharte hazlo.

-¡Vete a la mierda!

Salgo del baño dando un portazo. Me está subestimando y lo último lo ha dicho con un tono de burla que me enfurece.

Salgo al jardín a tomar el aire y la ansiedad se apodera de mi. El pecho me duele y no entra aire en mis pulmones. No percibo nada de mi alrededor y solo veo borroso.

Intento encontrar cinco objetos pero no veo nada y cada vez me cuesta más respirar. Las manos me tiemblan y caigo de rodillas en el césped. Rompo en llanto cuando siento que unos brazos me abrazan y lloro sin poder respirar.

-Tranquila, yo te cuidaré.

No percibo a penas su voz pero me acaricia el pelo y mi cuerpo se relaja. Diría que se relaja demasiado en tan poco tiempo después del episodio de ansiedad que acabo de sufrir.

Los ojos me pesan y el ritmo de mi corazón desvanece poco a poco. Miro los ojos de quien me tiene entre sus brazos pero no lo reconozco. Estos no son los ojos de Amery.

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