Rose me recibe con una sonrisa y se lo agradezco, los nervios no me han dejado dormir y he pasado una noche horrible. ¿Para que necesito una médica? Estoy perfectamente pero su loquera cada vez va a más. Ese hombre está demente y me está volviendo demente a mi también.
Enseguida aparece con su peculiar traje y decido ignorarlo para que note que estoy molesta. Anoche me sentí sola con su indiferencia y que estuviera todo el día sola no ayudó en nada.
-Rose ¿puedes preparar la sala para el jueves por la mañana?
-Por su puesto.-Asiente y Amery mira su móvil sin ninguna expresión.
-¿Que ves?-Levanta su mirada y mira de reojo el móvil.
-Nada.-Lo guarda enseguida y elevo una ceja.
Mi sospecha de que tiene una amante se acaba de confirmar. Un demente me secuestra porque se piensa que soy la moneda de cambio en una rivalidad que no tiene que ver conmigo, se obsesiona, no me da libertad y para colmo se busca una amante. ¿Acaso nuestros polvos no son suficientes?
La sangre me hierve y decido ignorarlo. Me apetece sacarle los ojos con el cuchillo que sostiene una de las empleadas cortando la fruta pero mi intento es interrumpido con la llegada de Brandon y la médica. Es una mujer joven y atractiva, su aspecto es igual de elegante que el de Amery y por como se saludan creo que ya se conocían.
-Ella es mi esposa, Dede. Dede, esta es la médica Peterson.
-Un gusto conocerte señorita Dede.-Me tiende la mano con una encantadora sonrisa y le estrecho la mano por educación.-Solo voy hacerte un chequeo de que todo esté bien ¿de acuerdo? Voy a empezar por una analítica, descúbrete los brazos mientras preparo las cosas.
Enseguida palidezco cuando dice analítica. Eso significa agujas. Agujas atravesando mi piel. Agujas extrayendo sangre. Mucha sangre.
-¿Estás bien? ¿Te da miedo o algo?-Asiento observando todo lo que ha sacado y quiero salir corriendo.-Amery ¿podrías darle la mano para distraerla?
Voy a salir corriendo mientras vomito y me desmayo por el camino. No quiero que me pinche ni que me saque sangre ni mucho menos que Amery me sujete la mano.
La doctora me obliga a sentarme con el brazo extendido mientras que Amery se sienta delante de mi. Me observa con un deje de diversión y me apetece clavarle la aguja. Su mano se posa sobre la mia y siento la corriente que me recorre con el toque de su piel. Sus preciosos ojos me observan y noto como el corazón bombea demasiado rápido.
-Genial, ya está.-La miro sin creerla y veo como guarda los botes de sangre.
Amery ya no me toca y no está delante mia, es más, ha desaparecido.
-¿Has sentido algún malestar o molestia?-Niego.-¿Has enfermado últimamente?-Niego.-¿Con que frecuencia tienes relaciones sexuales?
Enseguida mis mejillas son rojas y siento una calor horrible. ¿Como se atreve a preguntarme eso delante de Rose y Brandon?
-Dede entiendo que es una pregunta incómoda pero es el protocolo. También necesito saber si tomas algún tipo de precaución y cuando fue tu último período.-Observo a mis dos acompañantes y después a la doctora que espera mi respuesta.
-No me encuentro bien.-Miento.
Enseguida me levanto y Brandon me impide salir. Lo fulmino con la mirada y niega, sé que me única escapatoria es tirándome por la ventana por eso vuelvo a sentarme donde estaba.
-¿Podéis salir para que pueda hablar con ella a solas?-Enseguida nos encontramos la doctora y yo pero retoma las preguntas.-Dede, necesito saber si tomas algún tipo de precaución.
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Waves
RomanceAmery Waves El aniversario de la muerte de sus padres la lleva hasta Cinque Terre, la costa italiana. Dede, una mujer independiente, comprometida y dulce no es consciente de que esa noche será el inicio de su nueva vida. Un legado que defender está...