Tres semanas y dos días

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Dede

Mi cuerpo está relajado en una cama bastante cómoda pero que no es mia. La habitación está casi a oscuras y en la mesita reposa un vaso de agua. La habitación parece la de una suite y los pasos de fuera me ponen alerta. Entro en el baño y mi aspecto está igual que hace unas horas o días no se exactamente cuanto llevo aquí. Mis ojos no están hinchados por el llanto pero mi piel parece pálida.

Busco algo con lo que defenderme para salir ahí fuera y solo encuentro unas perchas. ¿Se puede herir con una percha a alguien?

Giro el pomo de la puerta despacio y un hombre se encuentra de espaldas. Le golpeo la sien con la percha y se lleva la mano a la brecha que le acabo de hacer. Parece no inmutarse con el golpe y solo reacciona cuando ve que tiene la mano manchada de sangre. Se gira sin expresión alguna y creo que va a matarme. Llámalo intuición femenina o de piscis pero va a matarme.

-Veo que has despertado de mal humor.

Esa voz.

Esa maldita voz con la que he tenido mis sueños mas húmedos. La que me hizo tener la mejor noche de sexo de mi vida. El que me hizo correrme usando solo su boca. El mismo que me mira serio y no tiene el mismo humor de aquel día.

-¿Quién eres?

-No te hagas la loca. Sabes de sobra quien soy.

El hombre herido está pendiente de la conversación y me siento mal por lo que le he hecho. Busco una toalla para cortar la sangre de la herida pero mi mayor error me toma del brazo antes de que me acerque para ayudarlo. Quiero retroceder y huir de su agarre pero mi mente decide hacer corto circuito con su tacto.

-Has herido a uno de mis mejores hombres.

-Me has secuestrado. ¿Pensabas que iba actuar como si nada o que no me iba a defender?

-Pensaba que la gemela con genio era la otra. ¿Me he llevado a la que no era? O ¿ya te has olvidado de nuestra noche?

Claro que me acuerdo. Me acuerdo cada maldita noche cuando se cuela en mis sueños y me deja temblando de placer en la cama.

-No sé de que noche hablas.

-De la noche en la que empezaste a ser mia.-Juega con su reloj y le hace una señal al hombre herido para que se marche.

-Creo que es hora de presentarnos en condiciones ya que tus hermanos están al tanto. Soy Amery Waves.

¿Que? ¿Acaba de decir Waves? ¿Este es el hombre del que tanto querían protegerme? ¿Me querían proteger del hombre que me ha secuestrado por meterme en su cama? ¡Que gran ayuda! Me han dejado a merced de lo que más temían y no querían que ocurriera.

-¿Amery Waves el enemigo de mi familia? O ¿Amery Waves con demencia que secuestra a personas?

-Amery Waves que se metió entre tus piernas y se llevó la joya de los Hill y te hará su futura esposa.-Suelto una risotada y gira la cabeza mirándome serio. Está hablando en serio.

-No me voy a casar contigo. Y oye....supera ya lo de esa noche. Solo fue una noche de sexo y.....

-Y desde esa noche no te olvidas de mi.-Sonríe y niego.-Dede, desde que te entrometiste en mi camino no has salido de mi mente. Al principio solo iba acabar con todo vuestro legado pero tú cambiaste mis planes.

-No soy la moneda de cobro de vuestra rivalidad ni el motivo para que dejes en paz a mis hermanos. Estás loco simplemente.-Me encojo de hombros y da un paso hasta mi.

-Repite eso.

-Estás loco. Me has secuestrado en mi propia casa sabiendo que mi vida no está relacionada con vuestro mundo. Te podrías haber llevado a mi hermana, ya sabes, es igual que yo pero con otro carácter.

-No me gusta la puta angelical.-Avanzo para abofetearla la cara pero me detiene el brazo antes de que lo roce.

-No llames así a mi hermana.

-No vuelvas a intentar abofetearme.

Me suelto de su agarre bajo su mirada oscura pero alzo el mentón. No me voy a dejar intimidar por este hombre de dos metros que me dejó dolorida durante tres días e insatisfecha desde esa noche.

-Te daré tiempo para que te adaptes y conozcas la casa. El personal de cocina hará lo que quieras de comer a cualquier hora. Rose es la encargada de todo y la que manda entre los empleados, trátala bien sino quieres que te envenene la comida.

-No quiero conocer tu maldita casa. Quiero irme a la mía con mis hermanos, mi vida, mis amigas y mi nov.....

-Si te atreves a terminar esa frase confesaré que has agredido a mi mejor hombre que todas las empleadas quieren para que te pongan la peor parte de la comida siempre.

-¡Pues llévame con mi familia! ¡No te he pedido estar aquí! ¡No quiero estar con alguien que no conozco!

-Vivirás aquí, te casarás para que nadie pueda tocarte y.....

-¿Y qué? ¿Te daré hijos para que mantengas tu legado?

-Mi legado muere conmigo si me das una niña. Solo quiero niños para que aprendan el negocio y aprendan a llevar todo esto.

-No soy una máquina de hacer niños para que mantengas tu legado porque antes de que eso ocurra te abriré la garganta si intentas tocarme.

-Te saco casi tres cabezas Dede. Tendrías que saltar para llegar a mi garganta y antes de eso ya tendrías los brazos amarrados.-Rueda los ojos burlándose de mi y le quiero arrancar la piel por trozos.-Adopta mi papel de esposa o solo serás un mueble más aquí.

-No voy a ser tú esposa, no voy a darte hijos, y no seré un mueble aquí porque cuando pueda me iré lejos de ti y tú demencia.

-He pasado tres semanas y dos días pensando día y noche en ti. Tu olor no se iba de mi piel incluso te he llegado a sentir a mi lado en la cama. Tus ojos me han seguido hasta el mismísimo infierno y me han dado la fuerza que necesitaba. Serás mi esposa te guste o no porque solo así no podrán tocarte. ¿O que piensas? ¿Que tus hermanos vendrán por ti? ¿Los mismo que les dije que me había llevado la joya de la familia y solo miraron los negocios?

Ah si, mis hermanos y su amor por mi.

-Pronto sabrán que me has secuestrado y te volarán la cabeza sin pensarlo dos veces.

-Cuando llegue ese día estarás tan enamorada de mi que te pondrás delante para que no me toquen.

-Baja el ego, Waves.

-Solo me lo subes si me llamas así, señora Waves.

-¿Perdona? ¡Solo tengo veintiún años! ¿Como se te ocurre llamarme señora?-Da media vuelta y comienza a andar por el pasillo. Se detiene antes de llegar a una de las puertas y me sonríe.

Deja de sonreír estúpido.

-Búscame si deseas algo, cariño.

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