—¿No quieres?¿O tienes miedo?—le sonrió burlón.
—Y-yo yo...—titubeó
—Yo qué? Palabras, conejo
—Es..es..es...grande-e—exclamó nervioso.
Jimin se rió un poco, no esperando que dijera esas palabras. Sintiendo como su ego y su confianza subían más alto que la estratósfera. Sabía que Jungkook lo dijó inconscientemente, pero eso no quitaba lo verdadero en sus palabras.
—Así? Entonces usa tus dos manos, bebé.—extendió su mano hacia él —Ven aquí.
A lo que Jungkook un poco indeciso, obedeció como si de un ratón se tratase. Como esas presas que entran, inocentes, hiptonizados al caserío de la depredadora serpiente, sabiendo que cuando entrara a esa guarida, no había vuelta atrás, pero... él lo quería (para qué negarlo?) Podía sentir la adrenalina recorriendo su sistema como ninguna otra droga. Estaba experimentando más de lo que hubiera imaginado en su corta vida.
La mano de Jimin era suave y firme. Podía sentir los anillos sobre sus dedos, detalle que no debería ser excitante, pero lo era para él. Aunque si le preguntarán cuál era la parte más atractiva que le parecía de Jimin, sería su mirada, los ojos, ¡OH JODER SUS MALDITOS OJOS! No sabía cómo describirlo sin equivocarse, pero era como la de una serpiente. Atrayente, feroz, ardiente, lleno de confianza en él. No sabía por qué se sentía de esa forma, como una maldita presa a punto de ser devorada, pero sin el temor a serlo.
Jungkook tenía que admitirlo. Le excitaba y mucho. Podía sentir como se comenzaba a mojar sus bóxers con líquido preseminal que estaba saliendo de su miembro, no dejando atrás al de Jimin, viendo como esa cosa estaba más parada que viva.
—Vamos, aprietala.—sostuvó su mirada—haz lo que quieras con ella.
"¿De verdad?" quería preguntar, no importandole si era la pregunta más estúpida del siglo, pero si él ya le estaba dando pase libre, para qué retrasar algo tan sexy? Así que mandando su orgullo hacía otro lado, se hincó sobre sus rodillas sin romper contacto visual con el mayor que lo veía entretenido desde arriba.
—¿Quieres chuparlo?—le preguntó con chulería haciendo que Jungkook se sonrojara, sabiendo perfectamente que no tenía porque ya que él había visto muchas vergas virtuales como para que se avergonzara de esto en este momento.
Sin duda ahora más que nunca se notaba que era un virgen en todas sus letras.
—Abre tu boca—le indicó sacándolo de sus pensamientos. Jungkook obedeció titubeante un poco nervioso, sintiendo como sus manos estaban temblando—Oye, ey, tranquilo conejo, no quiero que me muerdas, entiendes?
—Sí—tragó saliva.
—Okey, ahora abre tu boquita lo máximo que puedas—el castaño abrió un poco aún nervioso. —Oh vamos, Jeon! Te he visto comer naranjas enteras. Sé que puedes más
—Imbécil—Jimin se rió divertido
—Sí, si, si, pero ahora abre grande tu boquita, Jeon. Di Aaa—el menor lo imitó aún enojado, abriendo su boca esta vez todo lo que pudo.—Bien bebé, ahora lo voy a poner
Y así lo hizo, con suma paciencia, tomándose tu tiempo adentrándose más y más.
Jungkook agradecía que no era de tener arcadas cuando se metía algo a la boca. Podía sentir perfectamente la carne del miembro de Jimin en su cavidad bucal, era suave y sabía bien. No entendía porque sabía a fresas. Acaso así saben todos así?
—Estas bien?—y ya que él menor no podía responder con palabras, solo le contestó adentrando un poco más la verga a su boca, casi gimiendo en el proceso.—Joder
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PLAY ROOM (Jikook)
RomanceDónde Jimin conoce que la vida no solo era comer y dormir sino que también follar era rico. 𝙅𝙞𝙠𝙤𝙤𝙠|| JK bunny y JM gato