11. Verdades

704 73 13
                                    

El baño se había quedado en completo silencio, sintiendo como el tiempo se  detenía. La tensión que estaban teniendo se podía palpar tan vivamente en sus manos que se sentían muy asfixiado. Jimin siempre se había mostrado escéptico a la idea de que un ser humano o híbrido pudieran sentir ese espectro de "detenerse el tiempo", catalogándolo solo como una mera exageración de dibujos animados.

Ahora no podía opinar lo mismo.

Sentía muy vivamente el cuerpo ya frío de Jungkook encima suyo, seguramente el agua de la tina también se había quedado de la misma forma. Aunque él no estaba lejos de sentirse de esa manera.

La cara de Jin aún roja y enfurecida estaba frente suyo. Con el cejas inclinadas hacia el centro en señal de estar muy molesto, sus puños totalmente apretados y su labios en una línea fina mirándolos seguramente decepcionado a los dos. Sentía mucha vergüenza, quería taparse, pero su cuerpo no respondía.

—Cambiense, hablaremos en la sala

—Ji-

—¡En la sala he dicho!—alzó la voz por última vez, retirándose, haciendo que quedará un silencio incómodo entre los dos híbridos que rápidamente salieron de la tina ya fría, comenzaron a vestirse con la ropa que estaba tirada en el suelo, si no era suyo ya no importaba. Estaban totalmente avergonzados. Tanto que no dijeron ni una palabra cuando se cambiaron, solo saliendo del baño.

Jin los esperaba sentado en el sofá principal, con sus dedos tanteando el respaldar del mueble. Sus maletas estaban regadas en el piso cerca de la cocina. Seguramente por entrar corriendo al departamento no importándole dónde iban a parar al estar tiradas. No entendiendo por qué Jin había venido tan apresurado. ¿Acaso los gemidos que hicieron se escucharon por todo el pasillo?

Más pareciera como si alguien le hubiera dicho lo que estaban haciendo...

—Jimin—el mayor lo interrumpió haciéndolo volver en sí.

—S-í?— Jin lo miraba un poco más calmado, pero eso no quería decir que estaba tranquilo. No cuando sus zapatos estaban que punteaban repetidamente el suelo.

—¿Me puedes decir exactamente por qué mierda tu maldito pen* estaba dentro del cuerpo de mi invitado?—preguntó directo, ocasionando que la sangre del cuerpo de Jimin se subiera directamente a la cara, muy avergonzado. Dejando totalmente mudo a este.

¿Qué responder frente a esa pregunta? Si la respuesta era obvia

Jimin casi había olvidado que Jin era alguien muy directo en su vida social y de trabajo. En otras palabras, no se iba con rodeos. Siempre habría creído que era una cualidad muy buena que podía sacar ventaja ya que las conversaciones importante no se hacían tan largas y engorrosas, y podían manifestar sus quejas o sugerencias de forma precisa.

Sin embargo, ahora no lo estaba disfrutando para nada.

—No sé que responderte para que te quedes satisfecho...—respondió bajito sintiéndose chiquito ante la mirada enojada de Jin encima de él.

—Ah no? Jimin, tú sabes perfectamente que no me gusta andar con tonterías. Así que me vas en esa pequeña cabezita tuya para que me puedas contestar de una buena vez a mi pregunta, porque si no, ahorita mismo te echo a patadas de este departamento, ¿ENTENDISTE?—dijó muy molesto recalcando más la última palabra. 

Jimin asintió rápidamente, tragando saliva de los nervios. Sabía que Jin no llegaría a esos extremos, pero sin duda había logrado su cometido en asustarlo.

Decir una mentira a estas alturas sería totalmente patético. Tan boñornoso como excusarse cuando una chica encuentra a su pareja con otra y este intenta dar explicaciones totalmente irrazonables no teniendo excusa alguna, ya que prácticamente los hechos estaban ahí, no había nada que discutir. Así que la indecisión de Jimin no iba para ese lado, sino mas bien en como minimizar la evidente verdad.

PLAY ROOM (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora