acto ii; parte i

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acto ii; parte i

VENENO AUTOADMINISTRADO

MARGARET SUTHERLAND ESTABA INDISCUTIBLEMENTE ENAMORADA

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MARGARET SUTHERLAND ESTABA INDISCUTIBLEMENTE ENAMORADA. Después de escabullirse en la biblioteca con Colin, su encuentro fue todo lo que pudo pensar por el resto de la noche. Apenas durmió esa noche, porque sus pensamientos estaban plagados de la hermosa y conmovedora imagen de él. Maisie había aceptado que nunca podría casarse por amor y nunca esperó sentir tanta emoción por un hombre, especialmente por uno con el que no tendría el privilegio de casarse. Maisie supuso que nunca experimentaría una conexión profunda en el alma, una conexión que alineara las estrellas en el cielo. Una conexión que reparó valles y derrumbó montañas. Con Colin, todo tenía sentido y nada tenía sentido de todos modos. No obstante, no podía pasar por alto el torbellino de pensamientos e imágenes centrados en él que reinan en su mente. No podía pasar por alto las reacciones corporales naturales que ocurrían en su presencia. No podía pasar por alto lo mucho que anhelaba estar bajo su toque una vez más.

No podía pasar por alto el innegable e intenso amor que sentía por él.

Sería una tontería siquiera intentar hacerlo.

Así que decidió que no lo haría.

Fue desesperado. Fue condenatorio. Era un camino seguro al desamor.

Pero, ¿por qué querría dejar ir algo que la aterrorizaba hasta los huesos y hacía que su corazón latiera con excitada anticipación de todos modos? Aunque esperaba lo contrario, es posible que nunca ame al hombre con el que se casará en el futuro próximo. Pero, en la actualidad, fue víctima de una historia cruel, una historia de amantes desafortunados: Romeo y Julieta. Amaba a Colin, un hombre con el que nunca tendría el privilegio de casarse. Su desafortunada historia, escrita en las estrellas, es una historia destinada de tristeza y dolor.

Era una tontería y una imprudencia, condenatoria e inaceptable, pero Maisie se negaba a permitir que su conexión con Colin fuera así. Decidió que si su futuro estaba destinado a ser una historia desgarradora de un marido sin amor, entonces se aferraría al amor que tenía por Colin hasta su último aliento o hasta que se lo arrebataran de los dedos. Ella merecía amor incluso de la condenación tentada, incluso si duró solo hasta el final de la temporada. Se merecía una plata de felicidad.

Ella sólo esperaba que él la amara de todos modos.

Más tarde esa mañana, unas pocas horas después del baile, llegó un ramo a la casa Sutherland de un remitente anónimo. El ramo, una variedad elegante e impresionante lilas, aliento de bebé y coloridos tulipanes, hizo que Maisie traspasara el umbral de la pura alegría. No solo el anonimato sino también la selección de flores fue una señal reveladora del remitente: el señor Colin Bridgerton. Al ver las hermosas flores, Maisie rápidamente recogió el ramo y lo llevó a su habitación. Lo colocó en la mesa al lado de su cama, junto a las flores dañadas que Colin fuerza a través de la grieta en la pared. Por supuesto, su madre asumió rápidamente que el regalo era del Marqués de Lansdowne.

SUTHERLAND -TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora