59. Magnus Lacrontte

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Respiraba hondo en un intento para calmar mis nervios, íbamos de camino hacia el palacio Lacrontte, a mí lado mí padre leía un libro que yo había traído pero de los nervios no había podido siquiera leer una sola de sus páginas.

Helena:¿Y si lo hecho a perder? —rompí el silencio, llamando la atención de mí padre

Edmund:¿De qué hablas, cariño?. —preguntó él, dejando el libro sobre su regazo para prestarme atención.

Helena:¿Y si digo algo incorrecto y el rey no nos apoya en esto?. Sabes que nunca he tenido muy buena relación con el rey Magnus, es más creo que me odia. —hable sobre pensando las cosas como de costumbre.

Edmund:Oye, cariño, has estado preparándote todo tu vida para estas cosas, eres la heredera del trono de Lambert, mí legado, y lo tendrás todo bajo control. —me alentó con suavidad, sacándome una sonrisa.

Creo que necesitan contexto de la situación actual. Pues hace unos meses hicimos un viaje con mí padre al palacio del Rey Stefan, en Mishnock, y allí he conocido a Emily Malhore, una chica muy dulce y amable con la que conseguí congeniar muy bien, y al enterarme de si situación la ayude, pero no de la mejor manera. He amenazado al Rey Stefan con una invasión inmediata si no libera a la señorita Malhore.

Eso por obvias razones, no acabó en la mejor de las discusiones, y por obvias razones no hice caso a las advertencias que me han enseñado desde niña y probablemente inicie una guerra. Pero el lado bueno es que he logrado liberar a Emily de las manos de Stefan y está a salvó. Hemos venido a Lacrontte en busca de ayuda en una posible guerra y si es posible que Emily se quede por un tiempo en Lacrontte por su seguridad.

Edmund:Hemos llegado, querida. —me sacó de mis pensamientos la voz de mí padre.

Helena: Emily, despierta, hemos llegado a Lacrontte. —dije sacudiendo con delicadeza el brazo de la chica a mi lado.

Emily: Oh, lo siento, he descansado demasiado. —hablo avergonzada.

Helena: Descuida, no has hecho nada malo. —dije quitándole importancia al asunto.

Bajamos del auto y vi como Emily sonreía al ver el enorme jardín del palacio.

Helena: Puedes quedarte recorriendo el lugar con mí padre mientras yo hablo con el rey Magnus. —sugerí mientras veía a Francis venir hacia nosotros con una sonrisa .

Francis: Majestad Lambert, ha pasado tanto tiempo es muy agradable verla de nuevo. —habla haciendo una pequeña reverencia con la cabeza.

Helena: Francis, puedes decirme Helena, ya lo hemos hablado, y también es agradable verlo a usted. —sonrió genuinamente hacia él.

Edmund: Fracis, viejo amigo, ¿Cómo te trata la vida? —saluda mí padre abrazando al señor, mientras que Emily se acerca hacia mí.

Emily: ¿Lena? —me llama haciendo que la mire —No tienes que hablar con el rey Magnus, puedo quedarme con ustedes tranquilamente. —habla con algo de miedo.

Se que ha oído lo que se dice de Magnus Lacrontte, y es todo cierto, pero yo no le temo, hemos tenido encuentros para nada agradables, pero aún así después de todo negocios son negocios y nuestras familias han estado siempre relacionadas a ellos por bienes en común.

Helena: Conozco al Rey, llegaré a un acuerdo, relájate. —dijo sonriéndole con tranquilidad —aparte aquí tienen un jardín enorme se que te encantará.

Francis: Lamento interrumpir, pero el rey Magnus la espera en su oficina, señorita Helena.

Respiré profundo y asentí para que me guiará, y así fue, ambos empezamos a caminar hacia dentro del palacio.

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