Estaba acostada mirando el techo esperando a que suene la alarma del celular, me había despertado unos minutos antes y preferí estar un rato acostada.
Escuché como la puerta de la habitación se abrió despacio, levanté la cabeza un poco para ver quién era, por suerte estaba vestida al igual que el hombre a mí lado.
Isabella: Hey, ¿Qué pasa, pequeños?. —susurré sentándome despacio en la cama.
Milenka: Owen tuvo una pesadilla. —dijo la pequeña Morgan por su hermano.
Isabella: ¿Quieres contarme Owen? —pregunte en voz baja hacia el pequeño.
Él negó con la cabeza y yo le sonreí un poco.
Isabella: ¿Quieren acostarse conmigo y su padre?. —pregunté a ambos niños quienes asintieron y corrieron para meterse entre las sábanas.
Ambos estaban en medio, Milenka más del lado de Christopher y Owen más para el mío, tímidamente puso su cabeza sobre mí pecho, y yo empecé a acariciarlo.
Isabella: Duerman un poco, yo los despierto luego. —susurre dejando un beso sobre el cabello del pequeño en mí pecho.
Milenka: Está bien. —dijo en voz baja mientras abrazaba con sus pequeños bracitos a su papá.
Cuando ambos se quedaron dormidos me levanté para hacer el desayuno, Christopher hoy no trabaja por lo cual lo dejaría dormir un poco más.
Hice unos hot cakes, chocolate para los niños, café para Christopher y para mí.
Cuando estaba sirviendo sentí unas manos sobre mí cintura, y besos húmedos sobre mí cuello.
Christopher: Buenos días nena. —dijo con voz ronca.
Isabella: Buenos días, ¿Los niños ya se despertaron?. —pregunté dándome vuelta dejando un corto beso sobre sus labios.
Christopher: No, ¿Cuándo se pasaron con nosotros? —cuestiono robando un hot cake del plato de Milenka.
Isabella: Hace una hora o dos, Owen tuvo una pesadilla y fueron a nuestra habitación. —dije golpeando su mano cuando quiso sacar otro hot cake más.
Christopher: ¿Por qué les dijiste que se quedarán?, así se van a acostumbrar a dormir con nosotros. —pregunto sirviéndose café.
Isabella: No les puedo decir que no, ¿Los has visto? Son tan adorables. —dije apagando la cocina
Christopher: Los malcrías. —me reprochó mirándome mal.
Isabella: Tu igual. —fruncí el ceño confundida por su actitud.
Christopher: Es diferente. —murmuró aunque logré escucharlo.
Isabella: ¿Por qué?, ¿Por qué no soy su mamá?. —pregunte ofendida, mientras me giraba enojada hacia él.
Christopher: Yo no he dicho eso. —se defendió rápidamente.
Isabella: Pero lo insinuas y piensas. —dije viendo mal.
Christopher: No es cierto, solo digo que no malcries a mis hijos. —dije a la defensiva.
Isabella: He pasado los últimos años haciéndome cargo de tus hijos cuando Rachel ha perdido la memoria y se fue, no te atrevas a hacerme menos cuando se trata de ellos y no te atrevas a usar la carta de "mis hijos" contra mí. —lo enfrente sin miedo.
No esperé que dijera algo más porque salí de la cocina a despertar a los niños, suspiré cuando vi que estaban despiertos, eso significa que escucharon la discusión con su padre.
Isabella: Hora de desayunar, niños. —dije sonriendoles, ellos me devolvieron la sonrisa antes de salir de la habitación, no sin antes abrazarme.
Fui hacia el armario y saqué ropa para cambiarme, necesitaba salir a tomar un poco de aire, me cambie y baje de nuevo a la sala donde estaban esperándome sentados para desayunar.
Owen: ¿No desayunarás con nosotros? —pregunto ladeando la cabeza hacia un lado confundido.
Isabella: No, iré a pasear un rato, pasen el día con su padre, vengo a la noche. —bese la frente de los mellizos.
Y salí sin decir nada más, caminaba por el parque cerca de la casa, mientras pensaba un poco.
Llevaba unos cuatro años de relación con Christopher, lo conocí por Patrick y lo ayudé con los mellizos desde que eran pequeños, cuando Rachel perdió la memoria estuve para ellos y los cuide hasta ahora.
Estaba tan distraída que no me había dado cuenta del vehículo que me seguía hasta que fue demasiado tarde, sentí un paño sobre mí nariz y boca, un olor fuerte que a pesar lo mucho que luchaba me durmió.
[...]
Desperté con un dolor punzante en la cabeza, sentía náuseas por el cloroformo, mire a mí alrededor y logré distinguir que estaba en una bodega abandonada.
Antoni: Al fin despierta nuestra invitada. —dijo la voz del mafioso más buscado detrás mío, haciendo que me tense.
Isabella: No se que quieres Antoni, pero no tengo nada que te interese. —dije luego de un rato.
Antoni: Oh, tranquila, no estás aquí por mí. —dijo parándose frente a mí
Isabella: Sólo déjame ir. —dije viéndolo suplicante.
Había escuchado todo lo que le había hecho a Rachel, todas las torturas que hacía y no quería pasar por eso.
Antoni: No puedo hacer eso, mira eres el regalo de mí dama, ¡Cariño, ya puedes entrar!. —grito haciendo que la puerta se abra.
»Isabella, creo que ya conoces a Rachel James, Morgan o Mascherano. —sonrió sádico.
Vi con terror a la chica,ella sí tenía motivos por los cuales hasta yo a veces me odiaba, le había "robado" a su marido, estoy criando a sus hijos, prácticamente le robe la vida.
Rachel: ¿Qué hace ella aquí?. —preguntó la mujer mirándome fijamente.
Antoni: Creí que quizás quieras venganza por la mujer que te ha robado todo. —dijo hacia la chica.
Isabella: Por favor no he hecho nada. —mire a ambas personas frente a mí.
Rachel: ¿Me dejas divertirme a solas con ella? —pregunto hacia el hombre.
Antoni: Claro, es toda tuya mí principessa. —dijo sonriendo con malicia.
Isabella: Rachel no quiero problemas contigo. —dije cuando la puerta se cerró
Rachel: Yo tampoco, he visto cómo cuidas a Christopher y mis hijos, no podría hacerte daño, ellos te quieren. —dijo soltando mis ataduras.
Isabella: Pero... ¿No has perdido la memoria?. —dije confundida.
Rachel: En realidad no, mira no tenemos mucho tiempo cuando salgamos hay tres camionetas de los hombres de Antoni, en unos minutos los hombres de Christopher vendrán así que tenemos que ganar tiempo. —dijo dándome un arma.
Isabella: Entonces ganemos tiempo. —dije quitando el seguro al arma.
Ambas nos sonreímos antes de abrir la puerta y empezar a disparar para salir de allí.
Pedido de: sweetaniston
