Dos opuestos, enemigos naturales, como la luz y la oscuridad, se embarcan en una misión fatal para el universo, juntos y separados mientras luchan contra sus sentimientos. La bruja escarlata, destinada a destruir y generar el caos, y el hechicero S...
Eso fue lo único que le dijo Strange después del hechizo. Antes de irse la miró unos segundos como si algo estuviera fuera de lugar pero rápidamente su rostro se torno serio. Ya no se dilucidaba esa tristeza en sus ojos.
Pasaron los días y la vida de Wanda se reducía a su propia imaginación. Había dejado su magia de lado, se prometió no volver a usarla jamás, aunque eso significara tener que renunciar a aquellas ilusiones y realidades falsas que le daban un poco de felicidad.
De vez en cuando veía a Stephen al ser supervisada. A pesar de su firmeza y seriedad, seguía siendo gentil con ella, pero solo como lo era con cualquier persona. No recordaba que la amaba.
Doctor Strange por su lado, solo se dedicaba a planear la búsqueda del libro de los Vishanti, estudiando y haciéndose con los más diversos hechizos para prepararse. Ya era necesario obtenerlo era la única forma de enfrentarse a los hechizos del darkhold y a sus lectores a quienes ofrece una sabiduría infinita sobre la magia negra, la muerte y el caos. El Libro de Vishanti representa todo lo contrario, en el se encuentran los secretos de la vida, la restauración, la curación y la protección. Por cada artimaña mágica oscura, existe un hechizo de luz que la contrarresta. Por esta razón exactamente, Dr. Strange y la Bruja escarlata, jamás podrían estar juntos. Sus destinos propendían a la preservación de sus respectivas fuerzas arcanas, no enamorarse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Hola Wanda. Te traje esto.— el hechicero estiró su brazo y le dio una bolsita con sus galletas favoritas.
— Lo recuerdas...—Wanda sonrió alegremente como una niña pequeña.
— ¿Qué?
— Nada. Solo me parece raro que sepas este tipo de detalles.— le sonrío— Muchas gracias. La vida aquí no es muy dulce.
—Tu lo buscaste... sé que no eres una mala mujer Wanda, solo tienes el corazón roto. Podemos llegar a poner el universo en riesgo por las personas que amamos.— suspiró— pero tus medios son realmente a ese nivel de destructivos, y no podemos permitirlo. Sé que no has superado la muerte de Visión...
— Ya lo acepté. No haré más al respecto Stephen.—dijo resignada.
— ¿Es en serio? ¿Como? ¿En que momento?—preguntó Strange exaltado como si hubiese recibido la noticia más sorprendente.— eso es bueno Wanda.
— Digamos que el amor me motivó.— lo miró a los ojos con profunda angustia. Cada vez que lo veía así, solo quería abalanzarse sobre el y no soltarlo jamás.
Esas miradas comenzaban a extrañar un poco al hechicero, la actitud tan condescendiente y dócil de la bruja lo asustaban, pero esperaba que no fuera parte de su manipulación, le agradaba Wanda, cada vez que empatizaba con su dolor recibía respuestas cálidas y amorosas de su parte.
