Una mentira y una verdad

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POV de Stephen

Me topé a Wanda en el pasillo mientras caminaba a mi habitación totalmente ensimismado en mis pensamientos, y porqué no decirlo, emociones. Cuando cruzamos miradas sentí de nuevo esa presión en el pecho que surgía cada vez que veía sus ojos tristes, era evidente que guardaba una angustia grave. Me hubiese gustado tener el valor para decirle más que un "buenas noches" y haberla acompañado. Pero Clea estaba esperándome, es mi esposa y no puedo ignorar que mis sentimientos no han estado solo con ella.

No fui franco con ella de todas formas, y aunque hubiese querido serlo no tendría como explicarlo, porque no sé que es realmente lo que me arrastra a Wanda. Y puedo estar seguro de que se trata de algo más allá de lo físico porque mientras intentaba dormirme, algo me dijo que fuera hacia ella, que necesitaba de mi y no lo dudé. Ahí estaba, con lagrimas en los ojos y parada en la ventana dispuesta a desaparecer.

Me quebré por dentro. No quería alejarla. Ya no había tiempo y era momento de hacer algo. La atraje hacia mi sin ningún escrúpulo, ya no me importaba nada, quería besarla ya. Creía que ella también a mi. Pero no me respondió.

Se acabó mi frenesí cuando Clea nos sorprendió, me sentí un terrible esposo, pero no tenía más opción que estar con Wanda, iba a decírselo en ese momento, lo juro.

— Lamento arruinar lo que sea que estaban haciendo— dijo tensa la hechicera platinada— necesitaba hablar con mi esposo pero desapareció de nuestra cama a estas horas de la madrugada.

— Clea, debemos hablar, a solas.— le respondí. Le contaría la verdad y confesaría mis sentimientos a Wanda.

— Si, yo también quería eso cariño, pero veo que en esta casa ya no hay privacidad.— se acercó caminando lentamente a Wanda.— Así que no les molestará que hablemos de las buenas nuevas en familia.

Había traído a todos. A propósito. Loki, Wong y America esperaban en la puerta, no entendía que pasaba.

— No creo que sea necesario que nos enteremos de sus problemas personales— dijo Wanda, se veía en su rostro como notó la alevosía de Clea.

— ¿Problemas? No son problemas, es una maravillosa noticia, ¡vas a ser padre Stephen!— gritó de alegría, una alegría que nos restregó en la cara.

Claro que fue una buena noticia, estaba deseando tener hijos hace un tiempo, pero no conella. Mis planes de divorciarme se fueron abajo en ese mismo instante al  igual que mis posibilidades con Wanda.

POV de Wanda

Tuve que haberlo besado cuando me lo pidió, un ultimo beso y el adiós, pero me fui con las manos vacías. No. Más bien con las manos llenas de sangre de un corazón destrozado.

Sacrifiqué mi embarazo por encontrarlo y ahora tendrá hijos con otra mujer. De nuevo lo perdí todo, el horror que sentí en ese momento pudo ser digno detonante de la destrucción de todo lo que conozco. Pero aún estoy estúpidamente enamorada de Stephen Strange. Está en nuestro destino ir por caminos separados y eso no lo puedo cambiar.

No dudo que Clea lo haya hecho alevosamente y tampoco estoy segura de si dice la verdad, pero a estas alturas entrometerme no solucionará nada. El quiere estar con ella y se acabó.

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