Este es el tercer intento y solo ansío volver a casa. En la primera fui seducido por la heroína para romper mi compromiso con mi prometida la villana, sin saber que ambas se confabularon para traicionarme y termine siendo exiliado. Luego apareció un...
La luz del sol ingresaba a través de las ventanas iluminando la habitación para chocar contra los prismas que colgaban de las vigas, creando un juego de colores arcoiris en el techo. El tenue aroma a flores mezclada con hierbas, dominaba el ambiente dando la sensación de una paz singular.
Priusa abrió los ojos y se encontró en un sitio desconocido pero cálido. La cama dónde descansaba, era la más suave y firme en la que jamás haya dormido, sumado a una pequeña visitante que jugaba a las muñecas a su lado. La niña de cabello castaño, ojos naranja y vestido colorido, fue bajada de la cama por un niño pelinegro que llevaba ropa de Anatoli.
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-Bell, vamos a buscar a Jack y Jill. Deja a tu abuela en paz- el niño la tomó de la mano para irse cuando una joven, entró y los encontró
-Su alteza Dino, no deberían estar aquí. Su santidad está descansando!- la doncella les arregló la ropa desordenada
-Sissy, sabes dónde están mis primos?- Dino levantó a la niña
-En el taller, dónde más? Llévese a la princesa Bell y jueguen allá-
-Baba no eta noni- Bell de año y medio, que estaba aprendiendo a hablar, señaló la cama
-No me molestan los niños, déjelos- Priusa trató de acomodarse en la cama
-Déjeme la ayudo. Llamaré al médico si le duele algo-
-Me duele la vejez. Niña, dónde estoy? Es acaso el otro mundo?- la sorpresa de hallarse en un lugar acogedor, la puso nerviosa
-Este es el palacio de las flores en el imperio de Kadan y esta es su habitación. Me presento, soy su doncella; Sissy- la joven trigueña hizo una reverencia
-No estoy entendiendo, ve más lento. Cómo es eso que estoy en Kadan?-
-Baba!- Bell quiso subir de nuevo a la cama
-Debe disculpar a la princesa. Aún es muy pequeña y conocer a su abuela, la emociona- el rostro sonriente de Bell confundió a Priusa y el que le dijeran que eran parientes, aún más
Tenía mil preguntas que hacer pero a la vez estaba sin poder decir ni una palabra por la sorprendente noticia cuando el sonido de alguien corriendo a toda prisa irrumpió.
-Abuela!- al verla despierta, Bernardette se lanzó a sus brazos
-Qué está pasando?-
-Qué bueno que despertó! Bernie no paraba de lamentarse desde que colapsó durante una semana entera jeje!- Dustin se paró en la puerta
-Bernie? Mi Bernie! Cómo es posible? Le recé a dios todos los días y me cumplió mi deseo!-
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