Este es el tercer intento y solo ansío volver a casa. En la primera fui seducido por la heroína para romper mi compromiso con mi prometida la villana, sin saber que ambas se confabularon para traicionarme y termine siendo exiliado. Luego apareció un...
Al nacer como el segundo príncipe de Greenwood, mis padres me enseñaron como amar al pueblo desde temprana edad pues a diferencia de mis hermanos, resulté ser el único capaz de llevar la corona.
Mi hermana mayor Priscilla al ser mujer, se le impedía entronizarse pese a ser la mejor capacitada luego...estaba mi hermano mayor Sylvester.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El tenía las cualidades pero no la voluntad según nuestros padres y tutores. Era como si le faltara algo para completar su existencia y aún teniendo un don nato para la esgrima, solo predominaba una percepción agobiante al punto de decir que todo era aburrido. El día que se definió el sucesor al trono en Jenatzy, eligió perder vergonzosamente ante mi para darme un privilegio que no pedí.
En la academia, cortejó a una mujer estando comprometido y callé al verlo feliz después de mucho tiempo pero de haber sabido que ese par de malditas estaban confabuladas, mi intervención las habría mandado a prisión por conspiración.
Mis padres, con tal de salvarlo de un evento perjudicial lo exiliaron y custodiaron con mercenarios que acordaron entrenarlo para hacerlo fuerte pero lo que vendría a continuación, fue el preludio del fin.
Un año y medio después de su exilio, la guerra destruyó el reino y el rey Joshua abdicó a favor de su hijo Lexus para anexar Greenwood a Piri.
Todos en mi familia fueron ejecutados bajo el cargo de dictadura en tanto mi hermana y yo, escapamos por orden de mis padres para buscar a Sylvester sin éxito debido a las recompensas que impusieron para atraparnos.
Una guerra contra las bestias que dejó una pila de cadáveres, era todo lo que quedaba del país que conocí. El marqués Miller, aliado de Piri y el ser más perverso que haya tenido la desdicha de conocer, movió cielo y tierra para dar con Priscilla que tuvo un final peor que el de nuestros padres.
Con tal que uno de nosotros escapara por las catacumbas, usando ropa de los rebeldes, mi hermana sirvió de señuelo. Ocultos tras las paredes, mi escolta me retuvo de reaccionar al verla caer asesinada por los guardias. Miller quedó tan devastado al descubrir a quien mataron, que se llevó el cadáver.
Jurando venganza, solo me tomó dos años entrenar para regresar a reclamar su cabeza y prenderle fuego a su territorio. Era algo necesario deshacerme de tal degenerado que embalsamó el cuerpo de mi difunta hermana para hacerle quien sabe que.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
