Lorna vino de visita al palacio y mientras su esposo se reunía con la reina, ella permanecía en el salón de visitas.
-Hijo de perra, me las vas a pagar!- mordiéndose las uñas llegó a lastimarse la piel
El enterarse que Lexus estaba felizmente casado y que no pretendía volver en mucho tiempo la encolerizó.
La comitiva imperial había llegado y anunció que invertiría un capital jugoso para impulsar la industrialización y proporcionaría ayuda financiera a la reforma agraria. Y como broche de oro, anunciaron que aguardaban el nacimiento del doceavo nieto del khan en la brevedad.
Aguantó lo más que pudo el no tener que insultar o tirarse sobre los príncipes de Kadan para rasguñarlos. El odio que brotaba de su interior no se comparaba con nada y cuando su esposo mencionó que estaba en el mismo camino para buscar un hijo, palideció hasta que la dejaron sola en el salón.
Se tiró al suelo a llorar cuando sintió que alguien la abrazó.
-Lorna, no llores!- Judy también lloraba
-Judy! Dónde te habías metido?! Sabes cuanto necesité de ti? Y por qué estas vestida de sirvienta?- Lorna la inspeccionaba de pies a cabeza
-Crees que tu vida es un infierno? A mi me forzaron a vivir en casa de mis tíos en el campo. Me tratan como a un esclavo y para colmo me obligaron a venir a trabajar al palacio como infiltrada!-
-Tu solo trabajas y no estas aguantando a un vejete que se la pasa caliente todo el día! Estoy harta, ese loco solo busca un heredero para competir contra Lexus. Hasta mandó traer matones para una revuelta armada o algo así-
-Revuelta? Ay no, sabes que significa? Mis tíos y sus vecinos son esos matones. Quieren abolir la monarquía e imponer al archiduque como soberano! Lorna, qué hicimos para merecer esto?- Judy se lamentó
-Yo se quién es el responsable. Ese malnacido de Sylvester fue quién causó todo esto. Juro que algún día me las pagará y lo haré sufrir tanto como el a nosotras!-
-Qué tiene que ver Sylvester con nuestra desgracia?-
Descargando toda la rabia contenida en su pecho, Lorna expuso su versión de los hechos. La cadena de eventos desafortunados sólo colocaban a Sylvester, como un perpetrador diabólico empeñado en destruir su felicidad por puro placer.
Judy estaba incrédula de lo que escuchó y terminó convenciéndose de que el verdadero villano siempre estuvo parado frente a ellas fingiendo ser alguien secundario.
La paranoia de que si no lo eliminaban a tiempo les traería más dolor, solo propulsó sus ganas de matarlo.
-Toma esta carta de recomendación, Judy. Ven a la mansión y deja a esos lunáticos armar su guerra solos. Si te quedas aquí pueden enmarcarte y no podré sacarte pero si estamos juntas, podemos usar el dinero de ese asqueroso viejo para escapar- sellando el sobre con su anillo, Lorna le entregó su boleto de salida
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Ellas me quieren muerto
FantasyEste es el tercer intento y solo ansío volver a casa. En la primera fui seducido por la heroína para romper mi compromiso con mi prometida la villana, sin saber que ambas se confabularon para traicionarme y termine siendo exiliado. Luego apareció un...