Lovely Changki

ᵗᵃˡᵏ ᵗᵃˡᵏ﹔

Mi amor por ti
Bueno, es una locura
No podía quejarme de eso
Quejarme de ello, si lo intentara
Porque se siente tan bien
Cuando tus ojos están en mí (habla)
Tus ojos están en mí (habla)
🍒🔞

Kihyun agitó su mano y saludo a Changkyun, Shownu solo asintió con la cabeza y los dos hermanos Son recorrieron la distancia hasta llegar al ex soldado que estaba con una bermuda y el toso descubierto y brillante por haber trabajado bajo la luz del sol desde la una de la tarde en ese caluroso verano.

- Que onda Kyun

Saludo el mayor de ellos mientras palmeaba el hombro y se habría paso con una maleta en mano hasta entrar a la cabaña en la que vivía el moreno más grande dejando solo a Ki quien se dedicaba a admirar la forma en la que Chang movía esa máquina de podar con agilidad, solo pensando en lo bien que sus manos lo sostendrían.

- ¿Qué no piensas pasar?

Le pregunto al aperlado que brinco en su lugar y agachó su mirada con las mejillas rojas. Tenía un pequeño enamoramiento con el mejor amigo de su padre a pesar de su gran diferencia de edad y agradecía con todo su ser que como cada verano aún cuando ya fueran mayores de edad y los dos estuvieran por terminar la universidad, Changkyun abriera las puertas de su casa y le permitirá soñar con el de cerca mientras pasaban un verano increíble en esa playa costera en la que vivía.

- Sisi, lo siento...

Dijo apenado y Kyun lo sostuvo del brazo cuando paso por su lado.

- Tenemos que hablar

La seriedad en su tono y el agarre fuerte aterrorizaron al chico que bien sabía lo que se suponía trataría.

Este hizo oídos sordos y corrió a la casa.

Changkyun nego divertido y solo vio su silueta desaparecer. No entendía el amor platonico que tenía hacía el, no era nada especial.

Realmente no tenía buen aspecto pues esa cicatriz que atravesaba su ojo lo hacía lucir aterrador pero tal vez el joven se había fijado en el por que tenía un buen cuerpo y debía aclarar que no tenía buen físico por que fuera fanático de su apariencia si no más bien se dedicaba a hacerlo por qué lo distraía de la época en la que sirvió en Afganistán, cinco años en la guerra y lo había dejado tan jodido de la mente como físicamente.

Había noches en las que no podía pegar un ojo en lo absoluto el silencio que había en el lugar en el que vivía era traumático y aterrador. Su psicólogo le dijo que podía utilizar música, pero que gran error; solo había empeorado todo, lo había vuelto paranoico así que ahora un par de pastillas dejaba que viajarán por su garganta antes de dormir y un verano; para ser mas específicos, un viernes de madrugada cuando bajo las escaleras de su hogar encontró a Kihyun en la cocina bebiendo agua, se había quedado de pie observado cómo este bebía cómo si no hubiera mañana y le pareció lindo. Sus mejillas se inflaban por el agua que acumulaba ahí para después quedarse embobado con la forma en la que su nuez de Adán subía y bajaba tragando y lo imagino, al joven 12 años menor que él de rodillas recorriendo su longitud con ímpetu, atado a un silla y disfrutando del placer que el podía darle.

Esa noche cuando lo admiro y fue descubierto no noto el brillo especial de esos ojos cafés casi verdes que el chico le regaló, sin despedirse se dió media vuelta y en pasos largos subió hasta su habitación.

A la mañana siguiente cuando salía de llevar a pasear a Monggie, su perrita, observó de nuevo esos ojos y como las mejillas del chico ardían cuando descubrió su mirada. A paso lento se acercó a él y sin evitar la tentación acaricio su mejilla. El tacto de su tosca piel con la suave y tersa del chico de 21 años lo había vuelto loco y como un tonto aprovechando que nadie los observaba se acercó aún más, su aliento a menta mezclado con fresas soplaba frente a la boca del chico quien estaba paralizado, sus ojos se cerraron fuertemente y a él le pareció lo más tierno. Cuando las manos del otro viajaron a su cadera no se resistió y pego sus belfos sedientos de ese mar nuevo a los de Kihyun.