Lovely Changki

➻❥ᵉˡ ᶜᵃᵒˢ ᵠᵘᵉ ᵈᵉʲᵒ ᵃ ᵐⁱ ᵖᵃˢᵒ ᵃᵐᵃⁿᵈᵒᵗᵉ

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La gotera que está sobre mi moja el flequillo largo de mi corto pelo, mis manos están puestas a mis costados aferrados cada una a la tela de mis jeans, el violinchelo que representaba la calma que nunca encontraba en las paredes de mi alma estaba deshecho en el suelo a causa de una joven de mejillas rojas por la furia que había ocasionado en ella sin realmente hacerle nada. Sus pasos aún hacen eco y mis ojos finalmente derraman las lágrimas que había contenido todo este tiempo en el que ella me había alzado más que su voz culpandome de todo lo que no lograba en su vida; cómo está audición que no había pasado para formar parte de la orquesta que daría apertura al estreno de la remodelación del teatro de la ciudad. Sollozo un par de segundos en esa posición como un jodido retrasado, el cielo se oscurece más como mi vista y lo último que recuerdo es a mi madre llamarme antes de caer en una completa oscuridad.

En esa misma oscuridad que era provocada por los desmayos ocasionales que tenía por los terribles ataques de ansiedad y que me acompañaba sin falta un sombra que si alguna vez tubo memoria también vida.

La oscuridad poco a poco comienza a ser familiar y sin verlo venir ese hermoso ente de mis sueños y creador de mis pesadillas me toma de la mano guiandome a esa misma época en la que el chico, que tenía de nombre Kihyun, vivió. Mis pies están descalzos y subo un poco más mi vista en mi cuerpo para ver cómo cambia mi ropa a una anticuada y antigua, suspiro con incertidumbre y la pesadez que tenía por la forma en la que me trato mi compañera desaparece. Sus ojos recorren el paisaje y mis pupilas quedan enamoradas con lo que ven: un paisaje rural y lleno de vegetación se va difuminando poco a poco, la mano helada de Kihyun se adhiere muy bien a mi piel y sintiendo como los dedos de mis pies se abrazan al pasto húmedo inhaló con fuerza lo que tengo alrededor intentando grabar con todo mi ser el paisaje por medio de mi nariz. Bastaba decir con esto que me encantaba descubrir aromas, grabarlos en la mente, catalogarlos y después cuando mis ojos se abrían buscar con desesperación los objetos, situaciones y mezclas que crearon tan semejante aroma encantador.

Lo primero que anoto en ella es el fuerte aroma a humo, después ese bochornoso olor a calor en las personas trabajando en la tierra y finalmente como tocar una sábana de seda egipcia el olor a tierra húmeda por la hora de riego de los cultivos, refrescante.

- ¿En dónde estamos?

Me animo a preguntar bajando la cabeza para empezar a sentir el lodo pegarse en la planta de mis pies.

- En nuestro hogar

Responde con enojo y jala de mi brazo con fuerza cuando ve que tonteo con mis pies en la tierra mojada.

- Deja de hacer tonterías

Rió alto y lo dejo que me siga guiando, esperando sin ansias aquel terrible y horroroso final del sueño. Siempre eran malos, terminaban en muerte y no como la conocíamos por qué si era honesto nosotros los humanos nos agobiamos tanto que la muerte era representada en herir a alguien, roper su alma, su corazón, arrebatarle todo motivo para alzar su rostro y disfrutar, sentirse orgulloso de lo que es, lo que tiene, lo que logró. En muchas casos todos nosotros estábamos muertos en vida, así entonces la crueldad que Kihyun me regalaba era empalagosa, sin espera a que lo dejara ir y sin deseos de verlo deslizarse de mis brazos, era él quien terminaba todo. Los escenarios de la vida pasada que tuvimos eran soñadores y románticos pero justo cuando creia que finalmente tendríamos una buena cena, una noche romántica en la cama, una buena lectura compartida de amor; llegaba ese joven de tés blanca y pistola en mano y nos separaban. La época en la que nuestros corazones había hechado raíces juntos había sido en la revolución industrial donde en Londres todo era un caos creciente monetario y una mar de protestas y abusos.